El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó de forma incondicional el asesinato de dos agentes de policía que fueron tiroteados a plena luz del día el sábado en Nueva York.
Obama dijo que no había justificación para las muertes. El presidente señaló que los agentes ponen en peligro su propia seguridad para servir y proteger a las comunidades, y se merecen el respeto y la gratitud del público.
Las autoridades señalaron que antes de disparar a los agentes, el agresor anunció en internet que pensaba disparar a dos "cerdos" en represalia por la muerte de Eric Garner tras una maniobra de estrangulamiento de la policía. Después, el hombre que mató a los policías se suicidó.
Obama pidió a los estadounidenses que rechacen la violencia y las palabras dañinas. El presidente instó a la gente a, por el contrario, entregarse a palabras que curan y pidió plegarias y comprensión para las familias de las víctimas.
Las declaraciones de Obama se recogían en un comunicado durante sus vacaciones con su familia en Hawai.