¿Se cortó o le cortó? Cristina Kirchner comenzó a hablar este miércoles a la tarde sobre las palabras de Leandro Despouy precisamente cuando éste, micrófono en mano, recordaba que las obras de restauración del edificio que ahora usará la Auditoría General que dirige se habían iniciado en 2002, un año antes de la llegada del kirchnerismo al poder.
"Estaba paralizado el país, no sólo la Auditoría", dijo la Presidente apenas escuchó esa mención. Entonces indicó que la comunicación se había interrumpido y bromeó: "Sigo yo animando". De fondo, la trasmisión por TV seguía emitiendo a un Despouy desconcertado que amagó a volver a hablar y luego se dio por vencido.
El diálogo entre la jefa de Estado y el funcionario radical ya había empezado mal. Es que bajo el manto institucional que suponía la videoconferencia, la mandataria le pidió al auditor que "cambie la cara" y tenga "un poco de buena onda".
"Pierda cuidado que a pesar de que nuestro trabajo haga parecer que a veces estamos demasiado serios, estamos muy contentos de inaugurar con usted la restauración de este edificio que tiene un enorme valor", respondió él sin perder la calma.
En su carácter de auditor, Despouy ha sido el encargado de informar acerca de numerosas irregularidades y denuncias de corrupción que tienen al Gobierno como responsable. Muchas de ellas le han valido duras críticas de dirigentes kirchneristas, que lo acusan de usar el organismo de manera política.