Desde el primer día que los presos de Guantánamo llegaron al país, las autoridades uruguayas aclararon que una vez que salgan del hospital, saldrán a la calle como cualquier persona común y corriente. Sin embargo, según consignan medios locales, los ex prisioneros contarán con cierta vigilancia discreta.
Incluso durante este lunes los ex reclusos estuvieron custodiados por personal de Interpol en el hospital Militar. De acuerdo a lo publicado por El Observador, los agentes vestían de civil y desde el cuerpo de seguridad negaron tener participación alguna en el caso.
El periódico uruguayo agregó que será Inteligencia militar la encargada de seguir los pasos de los seis ex prisioneros.
El mismo domingo que llegaron al país fueron trasladados al hospital Militar donde fueron sometidos a una revisión médico, por lo que se estima que recibirán el alta este martes.
Una vez que se retiren del establecimiento, iniciarán el camino legal para alcanzar el estatus de refugiados. Así, los ex presos de la cárcel norteamericana ubicada en Cuba tendrán derecho de acceder a los servicios de salud y educación estatales. A su vez, tendrán a disposición un psicólogo, un psiquiatra, un asistente social y un traductor.
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El diario Subrayado informó además que hay ofertas de trabajos privados para los recién llegados.
Para esta tapa de inserción social, distintas organizaciones internacionales vinculadas a los derechos humanos brindarán diferentes aportes. No así Estados Unidos.
En las últimas negociaciones, previo al traslado de los seis ex detenidos, el presidente José Mujica rechazó el pedido del gobierno de Barack Obama para que estas personas no pudieran salir del país en un lapso de al menos dos años.
El jefe de Estado se negó a aceptar esa condición. Este domingo, tras el arribo de los ex reclusos árabes, sostuvo que estarán en las calles de Uruguay libres "como cualquier hijo de vecino".