El secretario de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, anunció un acuerdo para aprobar el "concepto de ciudadanía sudamericana", lo que sentará las bases para la eliminación en un futuro de las barreras para la libre circulación de sudamericanos por un territorio de 18 millones de km2.
"Aprobamos el concepto de ciudadanía sudamericana. Ese debería ser el mayor registro de lo que ha ocurrido" en la cumbre de la Unasur, que se instaló en Guayaquil y que continuará el viernes en Quito, afirmó el ex mandatario colombiano.
Durante la inauguración de la cita, Samper agregó que a partir de esta decisión los sudamericanos podrán, en un plazo todavía no fijado, circular, estudiar y trabajar en la región, además de homologar títulos profesionales.
El grupo de 12 países, que concentra grandes reservas mundiales de petróleo y energía hidroeléctrica, pretende consolidarse de esta forma frente a otras iniciativas de integración como el Mercosur, la Alianza para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y la Alianza del Pacífico, que en distintas combinaciones agrupan a su vez a varios miembros de Unasur.
El presidente anfitrión, Rafael Correa, también destacó el acuerdo de la región para avanzar hacia la creación de la "ciudadanía sudamericana, confirmación de nuestra unidad", y la convergencia de las diferentes iniciativas de integración subregional.
Pese a las profundas diferencias económicas entre varios de sus miembros, la Unasur busca recuperar el impulso que perdió tras el fallecimiento del presidente venezolano Hugo Chávez, uno de sus mentores, la desaceleración económica y la brusca caída de los precios del petróleo que afecta a países como Venezuela, Colombia y Ecuador.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) pronosticó para este año un magro crecimiento de 1,1% en la región, y de apenas 2,2% en 2015, muy lejos del 6,1% de 2010.
En ese contexto, presidentes y representantes de la Unasur buscan reactivar planes de integración económica y financiera. "Que esta reunión nos permita salir adelante con planes para apoyar el bienestar de nuestros compatriotas", expresó la mandataria chilena, Michelle Bachelet, a su arribo a Guayaquil.
Cambio de estatutos
Correa planteó a sus homólogos un cambio de los estatutos de la Unasur para justamente concretar o avanzar en planes como el banco y el fondo de reservas del sur, un sistema de cambios de compensación para minimizar el uso del dólar en el comercio en las transacciones de los socios, y la creación "en el mediano plazo" de una moneda regional.
"Es necesario revisar nuestros estatutos y en los puntos importantes establecer no consensos, sí mayorías calificadas", sostuvo.
También se debe avanzar "en la creación de un centro de arbitraje sudamericano como alternativa a los actuales tribunales coptados totalmente por el capital internacional", enfatizó.
Se busca avanzar en la creación "en el mediano plazo" de una moneda regional
Ecuador alienta con especial interés esta última iniciativa debido a las millonarias demandas de petroleras que enfrenta en centros europeos y estadounidenses de arbitraje por controversias contractuales.
De su lado, el gobernante venezolano, Nicolás Maduro, hizo un llamado a retomar la agenda económica para que "nos vaya convirtiendo en un poderoso bloque". También llamó a dinamizar programas de defensa como la creación de un sistema de formación de militares sudamericanos con "nuestra propia doctrina".
Durante el primer día de la cumbre, el mandatario saliente de Uruguay, José Mújica, recibió la presidencia pro tempore del bloque por un año de manos de Surinam. El viernes los mandatarios y representantes sudamericanos se reunirán para inaugurar la sede permanente de la organización a las afueras de Quito.
"No habrá integración si no existe compromiso, voluntad, voluntad política porque los obstáculos del mundo son enormes porque el pasado también sigue apretando", destacó Mujica, quien fue homenajeado por el gobierno ecuatoriano antes de entregar el poder en marzo de 2015.
La Unasur está integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela. Además de Correa, Bachelet, Maduro y Mujica, asistieron los mandatarios de Surinam, Desiré Bouterse, y de Perú, Ollanta Humala.