El presidente de México, Enrique Peña Nieto, participó en un acto en Guerrero, el primero desde que en ese estado fueron secuestrados y presuntamente ejecutados los 43 estudiantes de Ayotzinapa, un caso que causó revuelo en todo el país y precipitó una serie de manifestaciones en contra del Gobierno. Acompañado de varios de sus ministros, expresó su "permanente e invariable solidaridad ante los lamentables hechos de Iguala, producto de la infiltración del crimen organizado".
Los jóvenes fueron atacados en la noche del 26 de septiembre por policías corruptos, tras la orden del entonces alcalde José Luis Abarca, y luego entregados al cártel Guerreros Unidos, que los habría asesinado, incinerado y arrojados sus restos a un río. Seis personas murieron, incluidos tres alumnos de Ayotzinapa, y 25 resultaron heridas, además de los 43 estudiantes que fueron desaparecidos. El mandatario reiteró su compromiso de seguir trabajando para que la tragedia "no quede impune".
Peña Nieto reconoció que lo sucedido es un "hecho lamentable, que ha causado indignación y gran consternación" y ha llevado a las autoridades a hacer "una revisión en introspectiva" de por qué ocurrió la tragedia. "Son hechos que lastiman a la sociedad, a los padres de familia que no encuentran a sus hijos", pero también al conjunto de ciudadanos "que quiere vivir en orden", manifestó.
"Convoco a la sociedad guerrerense, a la sociedad que ha sido la primera, la de Guerrero, la que ha sentido y que ha expresado solidaridad y que ha quedado consternada igual que el resto del país. Quiero convocarlos para que con su capacidad, por su compromiso con su estado, con su comunidad, con sus propias familias, hagamos un esfuerzo colectivo para que vayamos hacia adelante y podamos realmente superar este momento de dolor", destacó.
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En su discurso, también ensalzó a Guerrero como "un referente de orgullo e identidad" para México e hizo hincapié en que son mayoría "los guerrerenses que quieren paz, tranquilidad y orden" y los "que están a favor del respeto a las instituciones democráticas", en aparente alusión a las protestas violentas en la zona de las últimas semanas por el caso Iguala.
Además, instó a todos los mexicanos a "mostrar solidaridad" con ese territorio "visitando Guerrero" y "sus lugares turísticos". En el acto realizado en el puerto de Acapulco, en el Pacífico mexicano, enumeró varias medidas para apoyar a la recuperación del estado, entre ellas exoneraciones fiscales y ventajas crediticias para las pequeñas y medianas empresas.
Estas medidas complementan un plan de cambios legales lanzado la semana pasada por el presidente, en el cual hay varias reformas constitucionales, con el objetivo de eliminar las corruptas policías locales y disolver las alcaldías involucradas con el crimen organizado, entre otras metas. Asimismo, incluye la creación de zonas económicas especiales en varios estados pobres del sur de México, incluido Guerrero, para fomentar su desarrollo.