El oficial que mató al adolescente Michael Brown renunció al Departamento de Policía de Ferguson, casi cuatro meses después de que ocurriera la confrontación que desembocó en violentas protestas en este suburbio de Saint Louis y por todo el país.
Darren Wilson gozaba de licencia administrativa desde que ocurrió el tiroteo, el 9 de agosto. Su renuncia fue anunciada el sábado por uno de sus abogados, Neil Bruntrager. El defensor dijo que la renuncia es efectiva de inmediato y rechazó hacer más comentarios pero anticipó que daría más detalles el sábado por la noche.
El abogado de la familia de Brown, Benjamin Crump, no devolvió varios mensajes que se le dejaron, ni correos electrónicos en los que se le pedía hacer un comentario.
Un jurado de investigación pasó más de tres meses revisando las pruebas del caso antes de pronunciarse por no levantar cargos contra Wilson, de 28 años, en noviembre. Dijo al jurado que temió por su vida cuando Brown lo golpeó y trató de arrebatarle su arma.
El departamento de Justicia de Estados Unidos sigue llevando a cabo una investigación por posible violación de derechos civiles y otra para analizar las prácticas de la policía de Ferguson.
"No queríamos el puesto de Wilson", señaló en un comunicado el activista de derechos civiles Al Sharpton. "Queríamos que se le hiciera justicia a Michael Brown".
El tiroteo desató un debate a nivel nacional en torno a la raza y las prácticas de la policía.
Tras el incidente Wilson pasó varios meses sin aparecer en público ni hacer comentarios. Una vez que el jurado anunció la decisión rompió el silencio en una entrevista con la cadena ABC en que dijo que no podía haber hecho algo distinto en el encuentro con Brown.
Wilson dijo que tenía la conciencia tranquila. "Sé que hice bien mi trabajo". En ese episodio fue la primera vez en que disparaba su arma, dijo.
Cuando se le preguntó si el encuentro pudo haber tenido el mismo resultado si Brown fuera blanco, Wilson respondió que sí.