-¿Fuiste la amante de Escobar?
¡¿Eh?! Santiago, te voy a matar...
-Porque se te ha dicho tanta cosa...
Ni siquiera lo conozco a Escobar Gaviria, no lo conozco, estaba re muerto cuando yo llegué. Eso lo pusieron esta basura de robotitos K. Un horror. Yo no podía creer cuando leí eso. ¿Se puede ser tan hijo de su madre para escribir una cosa así? Yo fui allá, hice (un reportaje) a la familia, me mandó el canal, Canal 9.
-Vos llegaste cuando estaba muerto...
Estaba recontra muerto.
-En tu caso hubieras sido la amante de un muerto.
Claro, un poco difícil. Hice a toda su familia, estaban todos en el Tequendama (N. de la R.: el hotel donde se recluyó la familia), estábamos rodeados de todos los servicios de inteligencia que te puedas imaginar, un espanto, todo lleno de ametralladoras. Ellos vivían en ese piso del Tequendama, todo el piso para ellos. Era una vida espantosa, totalmente encerrados, no podían salir, era una época muy brava. Además, estuve un día y medio en Colombia. Fuimos, llegamos, hicimos la nota al día siguiente y al día siguiente nos volvimos. Horrible fue el viaje.
-Pero amante de alguien fuiste en algún momento...
No.
-¿Nunca fuiste amante? Una mujer como vos, tan apasionada, tan bella, de mundo.
Las damas no tienen memoria. La gente grande tampoco. Pero no me acuerdo de haber sido amante.
- ¿Y de avanzar a los tipos, sí?
Nunca, me muero de vergüenza. Me muero de vergüenza. No se me pasa por la cabeza porque a mí me encanta que alguien me gane, que alguien realmente avance y me gane. No, para nada, no se me pasa por la cabeza avanzar a un tipo.
-¿Qué te calienta de un tipo? ¿Algo físico? ¿La billetera?
No, creo que pasa por la admiración, pero hay un montón de gente que admiro y no me calienta. No es qué me calienta, yo no sé lo que es que alguien me caliente mirando o algo así. Algo me mueve, se me mueven un montón de cosas. Me puede mover una caricia, me puede mover una actitud y atrás de eso que venga otra cosa y que después venga la parte de...
-¿Sos muy sexual?
Sí, pero no con la sexualidad así nomás. Me encanta el cortejo, que te traten bien, que te ganen. Hay cosas que no sé, ahí es donde ves los pingos, los pingos se ven en la cancha. Y yo creo que eso está bueno. Un 'touch and go' no se me pasa por la cabeza.
-¿Debutaste muy chiquita?
No, a los 19 años.
-¿Con quién fue? ¿Con un novio?
Sí, con mi novio, con el que me iba a casar que al final no me casé.
-Estuviste casi 20 años fuera del medio. Fuiste la conductora de noticiero más exitosa y un día te fuiste. ¿Pensás que el medio fue injusto con vos? ¿Pensás que entraste en una lista negra?
No, nunca pienso esas boludeces.
-¿Y por qué te fuiste, o por qué te fueron de la tele?
Mirá, llega un punto en que pasaron muchas cosas juntas. Yo estaba en la cima de todo y estar en la cima de todo hizo mucho mal a mi familia, y a mí lo que más me importaba era mi familia. El medio entró a meterse en casa y cualquier cosa que hiciera estaba en los medios. Y yo nunca tuve un amante, siempre fui fiel a mi marido, nunca me comporté o descomporté con mi familia. Me acuerdo un día en Punta del Este, habíamos ido a bailar el 31 de diciembre. Fuimos Federico, el hijo de él –que tenía tres chicos de su primer matrimonio– y yo. Y estaba el sobrino de Romay, Sami. Estábamos los cuatro sentados en una barra. Cortaron la foto y lo pusieron a Sami conmigo, como si yo fuera la amante de Sami, y esas cosas, por más que vos estés armado, son cosas que poco a poco, ¿viste? van haciendo daño. Yo no tengo problema en cambiar mañana de trabajo y hacer otra cosa completamente diferente, ninguno. Alguien me dijo este año "a vos te rescatamos". ¿De dónde? A mí no me rescató nadie de ningún lado, nunca. Toda la vida hice algo, y cuando quise cambiar, cambié. Cuando me fui a vivir a Salta, el día que fui a bailar y no había ni una cámara de fotos me sentí con una libertad maravillosa. Llevaba a los chicos al colegio, me compré dos yeguas y me iba a andar a caballo, era como la vida perfecta.
-Pero a vos las cosas malas que te pasaron, ¿te pasaron por ilusa, por confiada?
Me pasaron por ilusa.
-Porque recién nombrabas a Salta, ¿te usaron ahí?
No, no me usaron. Yo me acuerdo cuando pasó todo lo de Salta llamé a alguien por teléfono y me dijo 'te dije que te iba a pasar, que te iban a hacer esto y vos no me creíste'. A mí no se me pasa por la cabeza que vos podés hacerle daño a alguien de ese tipo. Me llamaban a mi casa para saber si yo quería comprar kilos de droga. Cambié el teléfono., pero no le di mayor importancia. Pintaban las paredes de la calle en los caminos que hacía para llevar a los chicos al colegio, o al Salta Polo, donde estaban mis yeguas, o al golf, que era en el mismo lugar. Entonces iban mis amigos y los pintaban. Y yo siempre sigo haciendo cosas y eso lo dejo atrás.
-¿Por estar tan buena te acosaron mucho? Fuiste una mina que en su momento tuvo que saber sortear una situación de acoso sexual.
Sí, me pasó con el General Llamas, apenas empecé a trabajar en televisión, me dijeron que tenía que ir a la Casa Rosada porque se iba Videla a Japón, entonces habían dicho que Roberto Maidana y yo teníamos que ir porque éramos los únicos que hablábamos inglés. Roberto estaba en Canal 13 y yo estaba en Canal 7. Entonces voy a verlo a él, estaba atrás de un escritorio, se acercó, había habido un levantamiento por Entre Ríos, no sé dónde, se me acercó y me agarra la mano tipo abuelito, y no, no era tipo abuelito. Y me dice "bueno, el único problema que usted tiene es que no tiene el carnet de periodista". Y lo miré como diciendo que en realidad yo no fui la que dijo para ir en este viaje. Yo acababa de empezar, Santi. No sé si hacía un mes que estaba en el aire. "El problema lo tienen ustedes", le dije, "porque yo vine acá porque hablo inglés y quieren que yo vaya en ese viaje porque hablo inglés". Y entonces me dijo "no, pero yo se lo voy a arreglar". Y en un momento que nos vamos hacia la puerta, cuando me paro, me agarra, yo pongo los dos brazos así. Me empiezo a ir a la puerta y en la puerta me aprieta contra la pared y lo saqué muy suavemente.
-¿Pero llegó a manosearte?
Me tocó, estaba la pared y yo estaba así contra la pared y me apretó. Y le dije "yo a lo único que voy es a trabajar" y me fui.
-¿Qué pensás que la gente ve cuando te ve?
Alguien en quien se ve reflejado. Yo siempre pensé... hay un fenómeno tan especial ahora con "Intratables". Las mujeres de mi edad me paran por la calle, los hombres también, para decirme "te banco, te rebanco lo que decís". Periodistas, colegas, que dicen "sos la voz de la ecuanimidad ahí". Y yo que creo que soy muy loca cuando hablo. Y el fenómeno es muy especial. Siempre pensé que uno nace con un ángel en la tele, y yo debo haber nacido con ese ángel. Siempre cuando me decían "¿qué creés que le gusta a la gente de vos?" Y yo creo que la gente sabe que no le miento, es incapaz que le pueda mentir, y que siempre voy a cuestionar. Pero creo que lo que sabe la gente es que soy incapaz de mentirle. No puedo, no podría. Me muero.