"Los muyahidines llevaron a cabo con éxito una operación cerca de Mandera temprano esta mañana (sábado), que resultó en la muerte de 28 cruzados, una revancha por el crimen cometido contra nuestros hermanos en Mombasa", dijo Ali Mohamud Rage, un vocero de los shebab, a través de un comunicado.
Según reveló el jefe de la policía del departamento de Mandera, Noah Mwavinda, los asaltantes detuvieron el autobús, lo alejaron de la carretera y luego ejecutaron a los pasajeros no musulmanes.
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"Había unos 60 pasajeros en el autobús [...] los milicianos les tendieron una emboscada a unos ocho kilómetros de la salida de Mandera, una ciudad fronteriza con Somalia", relató el responsable policial. La Cruz Roja de Kenia confirmó en Twitter el balance de víctimas.
El autobús, que se dirigía a Nairobi, salió de Mandera hacia las 05:45 horario local (las 02: 45 horario GMT). Una vez que apartaron el vehículo, los atacantes obligaron a los pasajeros a bajar y separaron a los musulmanes de quienes no lo eran.
Tras esto subieron al autobús con los que no eran musulmanes e intentaron irse, pero el vehículo quedó bloqueado. "Luego ejecutaron a sus prisioneros", dijo el jefe de policía. Los asaltantes huyeron hacia Somalia.
Según un responsable de la Policía, las fuerzas de seguridad siguen buscando a algunos de los pasajeros que están desaparecidos.
Desde que Kenia envió a sus tropas a luchar contra los islamistas shabab en el sur de Somalia en octubre de 2011, el país ha sufrido varios ataques de este grupo, en especial en las regiones cercanas a la frontera somalí.
Reforzar la presencia militar
Abdulahi Abdirahman, un miembro de la asamblea departamental de Mandera, acusó al gobierno de Nairobi de ignorar el llamamiento de los responsables locales para reforzar la presencia militar en la zona cercana a la frontera.
"Hemos pedido al Gobierno que mantenga la seguridad" en esta carretera "pero no nos escucha y hoy hemos asistido a una masacre que se podría haber evitado", declaró.
El ataque coincide con el cierre por parte de la policía el lunes pasado de cuatro mezquitas de Mombasa, la segunda ciudad de Kenia, ubicada en una región mayoritariamente musulmana de este país cristiano en un 80 por ciento.
Las autoridades consideran que las cuatro mezquitas (Musa, Sakina, Minaa y Swafaa), en el centro de la ciudad, estaban bajo control de predicadores radicales relacionados con los shabab y que servían para preparar atentados.
La policía dijo haber encontrado granadas, armas y cócteles Molotov, además de instrucciones para cometer atentados.
La fuerza de seguridad detuvo a unas 300 personas durante la operación, muy criticada por la sociedad civil local que considera que exacerba las tensiones con los jóvenes musulmanes radicales.
El lunes por la noche, tras el cierre de las mezquitas de Musa y Sakina, varios jóvenes atacaron con cuchillos a los habitantes de Mombasa y mataron a cuatro personas.
El ataque más grave de los islamistas shabab tuvo lugar en septiembre de 2013, cuando un comando atacó un centro comercial en Nairobi y provocó la