Un niño que juega en Corea del Sur. Una cuna vacía en Nueva Jersey. Alimentando el ganado en Austria. Una pareja teniendo sexo. Videos de más de 100 países eran trasmitidos desde dormitorios, edificios de oficinas, tiendas, lavanderías...
El sitio tomó notoriedad pública hace unas semanas y desde ese momento hasta ahora se redujo de forma considerable la cantidad de cámaras disponibles para espiar. Por ejemplo, había unas 1.000 de la Argentina hace dos semanas y hoy apenas 200 antes de que la página se volviera inaccesible o mostrara solo publicidad.
Hoy, la Oficina del Comisionado de Información (ICO por sus siglas en inglés) británica emitió una alerta junto a agencias similares de los EEUU, China, Australia y Canadá. Desde ese momento, el sitio que mostraba las imágenes comenzó a exhibir diversos tipos de publicidades, ofrecer descargas sospechosas y finalmente volverse inaccesible.
La página, de origen ruso, se aprovechaba del hecho de que los usuarios reciben contraseñas preestablecidas de fábrica del tipo "1234" para poner en marcha las cámaras y nunca las cambian.
El responsable de ICO, Christopher Graham, lanzó a través de la cadena BBC una "advertencia general" a todos aquellos ciudadanos con cámaras de vigilancia conectadas a la red para que sean conscientes de que "hay gente ahí fuera que está husmeando" en sus imágenes.
"Es escalofriante, pero después de todo es responsabilidad de los padres establecer una contraseña adecuada si quieren tener acceso remoto" a la cámara para vigilar a sus bebés, dijo Graham.