ordenó hoy la demolición de las viviendas de los dos terroristas que participaron del ataque de la sinagoga de
, donde murieron cuatro integrantes de ese templo ubicado en el barrio de
. La decisión se tomó luego de que el
reuniera a todo su gabinete de urgencia tras los ataques que conmovieron Israel y a la opinión pública internacional.
Además del derrumbe de las casas de los primos Ghassan y Uday Abu Jamal, el gobierno israelí decidió también la demolición de las demás viviendas que pertenecían a los responsables de los recientes ataques terroristas que sufrió Jerusalén y Tel Aviv.
Netanyahu se reunió de urgencia con su gabinete, y del encuentro participaron el ministro de Defensa Moshe Ya'alon, el ministro de Seguridad Pública, Yitzhak Aharonovitch, el responsable de la Agencia de Seguridad de Israel, Yoram Cohen, el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat y las máximas autoridades de seguridad del país.
El gabinete decidió, además, reforzar los controles fronterizos, sumar nuevos puestos de vigilancia en las zonas árabes de Israel y ordenar el entierro fuera de Jerusalén de los terroristas.
En horas de la mañana, Netanyahu, afirmó que el ataque a una sinagoga en Jerusalén en el que murieron cuatro fieles es "el resultado directo" de "la incitación a la violencia" de Hamas y del presidente palestino, Mahmoud Abbas.
Israel reaccionará "con mano de hierro a este asesinato de judíos que acudieron a rezar y fueron asesinados por asesinos despreciables". El Primer ministro anunció que el martes por la tarde mantendrá "consultas sobre seguridad" tras el ataque "abyecto en un lugar santo".
También denunció a la comunidad internacional "que da muestras de irresponsabilidad ignorando estas incitaciones a la violencia". El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo haber hablado con Netanyahu tras el atentado, y lo tachó de "acto de puro terror y brutalidad y violencia sin sentido".