La denominada "Amazon del mercado negro", que fue clausurada durante la Operación Onymous, era uno de los mayores sitios web de compraventa de drogas, lavado de dinero y otros productos y servicios ilícitos.
Ésta no fue la primera vez que las autoridades realizaron esta operación. En octubre del 2013, el Buró Federal de Inteligencia (FBI) había clausurado la primera versión de Silk Road y detenido a su creador, el estadounidense Ross Ulbricht. Pero la red apenas demoró un mes en recuperarse de ese batacazo, y en noviembre del año pasado Blake Benthall, también norteamericano, la resucitó.
El FBI reconoce que Silk Road es "uno de los más grandes y sofisticados mercados criminales en Internet", y la razón es simple: funciona porque preserva el anonimato de los usuarios, es difícil de encontrar, y no emplea dinero sino bitcoins, una moneda digital que no deja rastro de sus poseedores en el mundo físico.
Durante el año que se mantuvo en operación, el FBI estima que en Silk Road 2 comerciaron más de 150.000 personas, con ventas por ocho millones de dólares mensuales, de los cuales la página retenía 400.000 dólares en comisiones.
Sólo en esta operación, las autoridades detuvieron a 17 sospechosos de administrar la red, y se incautaron bitcoins por un valor aproximado de un millón de dólares, 180.000 euros en efectivo, drogas, oro y plata. Además, dejaron fuera de servicio a 410 servidores asociados que funcionaban en 16 países.
En su mayor parte, la oferta se basaba en el mercado de las drogas ilegales, que eran abiertamente ofrecidas y publicitadas, como si se tratara de un bazar, con una estética muy similar a otros sitios web de compraventa, como por ejemplo Amazon, Mercado Libre o eBay.
Catálogo y operatoria
Hasta el 17 de octubre, Silk Road 2 mantenía alrededor de 13.000 listas de drogas. Esto además de otros servicios ilegales, como falsificación de documentos -títulos universitarios, pasaportes o tarjetas de crédito-, contratos con hackers y hasta el lavado de los millones de dólares generados por esas transacciones, según el FBI.
En estas redes los proveedores varían en tamaño, y pagan una cuota de inscripción. La página de Internet se queda con una comisión por transacción, por lo general de entre el 3 y el 6 por ciento.
Los compradores ingresan desde todas partes del mundo, y sus compras son enviadas por correo postal. La gran mayoría logra llegar a su comprador sin ser detectadas, de acuerdo a lo publicado por el periódico El Tiempo.
El sistema se ha sofisticado tanto que llegó a desarrollar un servicio de atención al cliente y estrategias de marketing, como si se tratara de un supermercado en línea: la web se disculpa por problemas técnicos, promueve ofertas de dos por uno, descuentos de fidelidad y campañas de promoción, así como garantías de devolución de dinero y la posibilidad de dejar comentarios sobre la compra realizada.
A pesar de haber sido clausurada, algunos rumores sostienen de que habrá una tercera versión de Silk Road. Y en cualquier caso es sólo uno de los 18 criptomercados de este género que se contabilizan, según Digital Citizens Alliance (Dca).
de 26 años y nacido en San Francisco, es el sospechoso de administrar Silk Road 2 y está acusado de tráfico de drogas. Un delito que conlleva una pena máxima de prisión perpetua, y un mínimo de 10 años.