La pieza de un minuto de duración fue rodada en la isla de Malta en mayo de 2014. Lo dirigió Lars Klevberg, un noruego de 34 años que contó con la financiación del Instituto Fílmico Noruego (NFI) y el Consejo de las Artes de Noruega. Hasta el momento, el posteo original en YouTube está llegando a las tres millones de visualizaciones.
Klevberg posteó un comunicado en su cuenta de Twitter en el que explica los motivos que lo llevaron a realizar la farsa, en la que se ve a un supuesto niño sirio que rescata a una menor en medio de una balacera.
En realidad se trata de niños actores profesionales que Klevberg reclutó en Malta para realizar el corto, del que además quedaron algunas fotos como testimonio del rodaje, las mismas que se pueden ver en esta nota.
Según el director, la intención era generar una discusión sobre la situación de los niños en Siria: "Si pudiera hacer esta película y hacerla pasar como real, la gente la compartiría y reaccionaría con esperanza", afirmó.
Klevberg dice que no toma partido por ninguna de las fuerzas en conflicto en Siria, y que su trabajo fue realizado con el aporte multicultural de personas de diferentes países y religiones. Sin embargo, lo cierto es que el video fue utilizado para acusar del ataque a "soldados al servicio de Bashar Al Assad que disparaban contra niños inocentes".
BBC cita a Ase Meyer, comisionado del NFI, quien sostuvo que la farsa "no es una manera cínica de llamar la atención" debido a sus "motivaciones honestas". Pero también reconoció que fue él quien le recomendó a Klevberg que, dada la enorme repercusión mundial que lograron, que diera a conocer que se trataba de un trabajo de ficción.
Este es el comunicado posteado por Klevberg en su cuenta de Twitter: