La nueva conducción del Banco Central, con la presidencia de Alejandro Vanoli, está decidida a continuar sancionando a empresas y particulares que realicen operaciones financieras y cambiarias sospechosas. Así quedó demostrado la semana pasada con la suspensión de la casa de cambio Arpenta, que deberá estar cerrada por cinco meses, y las sanciones aplicadas a Casa América y al Banco de Valores, cuyos accionistas son los 133 agentes bursátiles.
El Banco Central también tiene en la mira a los bancos extranjeros más grandes que operan en el país. Incluso ya hay versiones sobre el posible monto de la multa que se les podría aplicar en los próximos días. Algo similar ocurre con algunas sociedades de Bolsa. El superintendente de Entidades Financieras, Germán Feldman, es una suerte de "villano" al que le temen todos en la City. Por su escritorio han pasado los últimos casos que terminaron con sanciones.
A diferencia de lo que había sucedido hasta ahora, el Banco Central puso la lupa este lunes sobre compañías que no necesariamente están vinculadas con el mundo financiero sino que suelen realizar operaciones de comercio internacional (importaciones y exportaciones).
A través de edictos que fueron publicados en el Boletín Oficial, la máxima autoridad monetaria de la Argentina hizo valer sus atribuciones del artículo 8 del Régimen Penal Cambiario que le permiten iniciar procesos administrativos contra quienes pudieran haber incurrido en alguna violación a la ley.
Los particulares que fueron citados son Roque D'Alleva, David Orlando Rojas, Rogerio Alves Toledo, Oscar Alfredo Hernández, Johnny Richyard Cespedes, Abelardo Cesar Tchordoukian, René Johannes Henricus Maria Kuipers y Juan Pablo Araya. Entre las empresas se encuentran Mar Argentino SA, Insumarket, Exporpet y Magycam group S.A.