El gobernador Rick Scott logró este martes la reelección en Florida, superando por mínima diferencia al demócrata Charlie Crist, y mantuvo en manos de la oposición republicana este estado que podría ser clave para las presidenciales de 2016.
Scott, un empresario millonario de 61 años, obtuvo 48,22% de los votos, frente al 47,00% de Crist, un abogado de 58 años que gobernó Florida entre 2007 y 2011 como republicano y ahora buscaba volver al puesto como demócrata, según resultados preliminares de las autoridades electorales estatales.
"Es hora de dejar atrás las divisiones y unirnos", dijo Scott, el segundo republicano en ganar una reelección en Florida, en un discurso ante seguidores reunidos en Bonita Springs, en el suroeste del estado.
"Juntos avanzaremos", concedió de su lado Crist, quien durante la campaña no dudó en intercambiar duros ataques con Scott.
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La gobernación de Florida era una de las 36 del país que se dirimían en las elecciones de este martes, que vieron a los republicanos erigirse como los grandes triunfadores, al conquistar la mayoría en la totalidad del Congreso estadounidense, poniendo contra la pared al presidente Barack Obama en sus últimos dos años en la Casa Blanca.
Algunas gobernaciones cambiaron de manos: los republicanos arrebataron a sus rivales al menos las de Maryland, Arkansas e Illinois, pero los demócratas se hicieron con la de Pensilvania, según proyecciones de medios estadounidenses, cuando algunas contiendas seguían sin definirse.
El suspenso por el resultado en Florida, donde el voto latino suele tener un peso decisivo, se mantuvo hasta el último momento, ya que ambos candidatos mantuvieron por semanas un empate técnico en todas las encuestas.
En definitiva, Scott, quien basó su campaña en la recuperación económica de Florida y la creación de más de 650.000 puestos de trabajo durante su mandato, superó a Crist por poco más de 70.000 votos.
Esta elección era seguida de cerca a nivel nacional porque Florida es de los llamados estados bisagra, es decir, ni decididamente demócrata ni republicano.
Tener a un gobernador afín puede ayudar a los republicanos en sus aspiraciones para las presidenciales de 2016, que serán decididas por estados como Florida.
Caza del voto latino
Tanto Scott como Crist buscaron activamente ganarse la simpatía del voto de los latinos, que en este estado representan 18,3% de los 11,9 millones de votantes registrados.
Ambos bombardearon a los votantes con propagandas en español, recorrieron incesantemente zonas de mayoría latina y compitieron con compañeros de fórmula de origen latinoamericano: Scott con el cubano-estadounidense Carlos López Cantera y Crist con la colombiana Annette Tadeo Goldstein.
Pero muchos latinos, al igual que otros habitantes del estado, prefirieron quedarse en casa, por lo que durante toda la jornada se notó poca afluencia de votantes.
Las elecciones en Florida, en el pasado manchadas por irregularidades, transcurrieron este martes en calma.
La única nota discordante fue una moción de emergencia que introdujo Crist para mantener abiertas las mesas en el condado de Broward, de mayoría demócrata, más allá de la hora de cierre alegando algunos problemas técnicos en el sistema durante la jornada.
Un juez
y las autoridades electorales de Broward negaron haber recibido reportes de largas filas en centros de votación en comunidades negras, tal y como afirmaba la campaña de Crist, que basaba sus aspiraciones en movilizar a minorías como la hispana, negra y los jóvenes.