El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó que los hombres habían sido ejecutados y sus cuerpos crucificados en la ciudad de Albu Kamal, en la provincia oriental de Deir Ezzor.
"Los hombres se habían rendido en Albu Kamal porque el Estado Islámico había ofrecido una amnistía a quienes se entregaran", explicó el director del observatorio, Rami Abdel Rahman.
Pero en lugar de cumplir su promesa, los yihadistas los decapitaron y después los colgaron, un método habitual del grupo radical.
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El OSDH, que mantiene una gran red de observadores en todo el territorio sirio, aseguró que los asesinados pertenecían a un grupo que había luchado contra el régimen sirio y también contra los terroristas del ISIS.
En Deir Ezzor, la capital provincial, otros tres hombres corrieron la misma suerte: dos acusados de colaborar con el dictador sirio Bashar al Assad y un tercero de combatir a los yihadistas, añadió el OSDH. Aunque no pudo especificar cuándo se habían producido las ejecuciones.
El Estado Islámico, en el que combaten más de 15.000 yihadistas extranjeros, ha logrado extender su control a vastos territorios de Siria e Irak en los últimos meses, sembrando el terror a su paso.
El grupo ha sido acusado de
debido a los
empleados para imponer su llamado
que van desde
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