Seguido por millares de personas que se reunieron en las márgenes del río Chicago en una noche fría, y millones de televidentes de todo el mundo, Wallenda caminó primero en pendiente el equivalente a dos cuadras, con un ángulo de 19 grados entre los edificios Marina West, de 179 metros de altura (588 pies), y Leo Burnett de 204 metros (671 pies).
La caminata duró un poco menos de siete minutos y la pendiente entre los dos edificios equivalió a poco más de ocho pisos de altura.
Minutos más tarde, Wallenda regresó a la azotea del Marina West y caminó 28 metros (93 pies) con los ojos vendados hasta la otra torre del mismo complejo en 1 minuto y 17 segundos.
El equilibrista no usó red o arnés de seguridad para cumplir su hazaña, desarrollada a 9 grados centígrados de temperatura y con vientos de 10 millas por hora.
"Por momentos temblé como una hoja", reconoció en una entrevista a un canal de televisión que retransmitió el acto con 10 segundos de retraso en caso ocurriera algún incidente trágico.
Ambas hazañas batieron récords mundiales por el ángulo de inclinación de la primera caminata y la altura de la caminata con los ojos vendados en el segundo recorrido.
El equilibrista de 35 años pertenece a una familia circense que durante varias generaciones ha asombrado al mundo con demostraciones temerarias.
En 1978, su abuelo Karl Wallenda de 73 años, fundador del grupo "The flying Wallendas", murió al caer desde 10 pisos de altura en un acto realizado en la ciudad de San Juan, en Puerto Rico.
En 2012, Nik caminó sobre las cataratas de Niágara y el año pasado lo hizo sobre el Gran Cañón de Colorado.