El secuestro y presunto asesinato de 43 estudiantes normalistas mantiene en vilo a México desde hace más de un mes. Mientras las autoridades federales realizan amplios operativos para dar con su paradero, las esperanzas de que aparezcan con vida parecen cada vez más remotas. Este fin de semana comenzó a circular un video en las redes sociales que avala la sospecha de que los jóvenes fueron emboscados por policías de la ciudad de Iguala, donde desaparecieron, y miembros del crimen organizado.
En la filmación, realizada por un teléfono móvil la noche del 26 de septiembre, día en que fue perpetrado el ataque, las imágenes son confusas y no se distingue a ninguna persona. Sin embargo, el audio parece corresponder al momento en que los jóvenes son llevados por la policía local. Se escucha a los normalistas pedir a los oficiales que dejen de apuntarlos con sus armas y que den atención a un compañero, que está herido.
"Oiga, oficial, no queremos armas, necesitamos una ambulancia para un compañero", dice un hombre. "¿Por qué están apuntando? No tenemos armas, no somos narcotraficantes. No tenemos armas, guarden las suyas", prosigue, pidiendo que acudan los paramédicos. De acuerdo con el periódico mexicano El Universal, la grabación fue hecha en el momento posterior al cruento enfrentamiento entre los policías y los estudiantes.
Los estudiantes de Ayotzinapa se habían trasladado a Iguala para recaudar fondos. La Fiscalía baraja la hipótesis de que fueron entregados por policías corruptos de las ciudades de Iguala y de Cocula a sicarios de Guerreros Unidos y que éstos los asesinaron y enterraron por orden del alcalde José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda. Ellos son señalados como los autores materiales del crimen, junto con el secretario de Seguridad de Iguala, Felipe Flores. Los tres están prófugos.
Abarca está acusado de ordenar reprimir a los estudiantes porque temía que los jóvenes fueran a boicotear un acto público de su mujer, quien aspiraba a sucederlo en 2015 al frente de la alcaldía. Pineda es hermana de narcotraficantes y acusada ahora de ser la principal operadora de Guerreros Unidos en Iguala.
Desde el martes, los equipos forenses trabajan en una nueva fosa, hallada en un basural de Cocula, donde, según cuatro nuevos detenidos del cártel Guerreros Unidos, fueron enterrados los cuerpos de los estudiantes. El gobierno federal realiza los operativos de búsqueda en distintos puntos de Guerrero desde hace más de un mes, sin éxito.
El miércoles, los padres de los normalistas fueron recibidos por el presidente Enrique Peña Nieto, que se comprometió a hacer todo lo posible para que los jóvenes fueran encontrados.