Dos lesiones, la polémica judicial por su traspaso, el primer año fuera de su país y las expectativas sobre su rendimiento complicaron su estreno en el Barcelona. Pero tras el Mundial, cambió la mano y apareció el Neymar que todos esperaban.
Fue un primer año complicado y repleto de interrogantes para la nueva estrella blaugrana, que eligió cumplir su sueño de jugar en Camp Nou por sobre la irresistible oferta desde Bernabéu. Nunca pudo alejar por completo de su mente la primera Copa del Mundo que se le venía encima.
A los 22 años, se puso al hombro los sueños de un país en el Mundial de Brasil 2014, pero una lesión y la pesadilla ante Alemania en semifinales frustraron la ilusión. Lo anímico pasaba a ser determinante para su regreso con el Barcelona. Un club que no permite relajarse y que exige día a día lo mejor de sus hombres.
Ney fue recuperando su forma y se apoyó en la protección de Lionel Messi, los consejos de su nuevo entrenador Luis Enrique y los médicos para crecer y revertir un primer semestre cargado de buenos momentos pero también de grandes frustraciones.
Marcó seis goles en partidos consecutivos, lleva 11 en la temporada, y fue uno de los pocos que se salvó del incendio en la derrota ante Real Madrid. Marcó por primera vez en el Bernabéu y demostró un poderío físico significativo, una evolución.
Neymar ganó en masa muscular y potencia. Con cinco kilos más, logró mantener la misma velocidad. Ya no es el ligerito al que se comían físicamente los defensores cuando recién aterrizó en Barcelona proveniente desde San Pablo; aquel crack del Santos que despertaba interrogantes y estaba bajo la lupa por el valor de su fichaje.
La disciplina es fundamental en su crecimiento. Aumentó las horas de gimnasio y sigue los consejos del club para llegar a su nivel deseado y empezar a ganar títulos importantes con el club en el que eligió jugar.
Además del crecimiento de su figura dentro del campo, Neymar sigue ganado adeptos como modelo. Por segundo año consecutivo la colección de gafas de sol de una marca italiana renovó su confianza en él como sex symbol para 2015.