Cómo habían anticipado los analistas, los mercados financieros de Brasil se hunden el lunes tras la victoria de la presidente Dilma Rousseff sobre Aécio Neves en la elección presidencial del domingo.
Los mercado han golpeado con especial virulencia a las acciones de la petrolera estatal Petrobras, además de los títulos de las principales empresas de servicios básicos de Brasil, que caían con fuerza frente al temor de que las políticas de Rousseff afecten sus ventas y ganancias.
Las acciones de Petrobras se desplomaban un 11% por ciento, tras un máximo de 14 puntos en la apertura, mientras que los papeles preferentes de Eletrobras perdían un 11,5 por ciento.
El "efecto DIlma" también llegó a Nueva York, donde los recibos de acciones (ADRs) de la petrolera caían más de 16% en la pre apertura de Wall Street.
El caso de Petrobrás tiene importantes componentes políticos, porque la empresa fue eje de las acusaciones por corrupción que el candidato opositor Aécio Neves lanzó contra Dilma Rousseff durante la campaña.
Según las investigaciones, un 3% del presupuesto de los contratos de Petrobras se desviaba para financiar las campañas electorales de formaciones políticas de la base aliada al Gobierno, entre las que figuraba el Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff.
Los delatores, que están confesando a la Justicia a cambio de una reducción de condena, son el ex director de Abastecimiento de Petrobras Paulo Roberto Costa y el empresario Alberto Youssef, propietario de una casa de cambio que supuestamente gestionaba los fondos.
El viernes, dos días antes de las elecciones, la revista Veja, con una tirada superior al millón de ejemplares y siendo la de mayor circulación de Brasil, publicó una polémica tapa: la foto de Dilma Rousseff y de Lula da Silva acompañada de la leyenda "Ellos sabían todo".
Rousseff reaccionó con ataques directos a la revista, a la que acusó de hacer "terrorismo electoral".