Diez horas después del tiroteo en el Parlamento canadiense que causó la muerte a un soldado y a su asesino, el primer ministro canadiense, Stephen Harper, dijo que Canadá "no será intimidada" y que redoblará sus esfuerzos para combatir el terrorismo.
Harper compareció ante las cámaras de la televisión canadiense desde un lugar no revelado para condenar los dos ataques "terroristas" que se han producido en Canadá en los últimos tres días en referencia a la muerte el lunes en las cercanías de Montreal de otro soldado canadiense, atropellado por un joven "radicalizado".
"Por segunda vez esta semana se ha producido un ataque brutal y violento en nuestro territorio. Hoy nuestros pensamientos y oraciones están con la familia y amigos del cabo Nathan Cirillo" dijo Harper.
El primer ministro canadiense añadió que la muerte el lunes del suboficial Patrice Vincent, de 53 años, fue causada por "un terrorista inspirado en el Estado Islámico".
El tiroteo desde dentro del Parlamento
Las palabras de Harper son las primeras de un miembro del Gobierno canadiense que calificó los ataques de esta semana como "terroristas" y vinculados con el grupo extremista Estado Islámico.
Las dos personas identificadas como los autores de los ataques del lunes, Martin Couture-Rouleau, y hoy, Michael Zehaf-Bibeau, son dos ciudadanos canadienses que según fuentes de los servicios de seguridad se convirtieron recientemente al Islám.
Tanto Couture-Rouleau como Zehaf-Bibeau fueron abatidos por las fuerzas de seguridad tras los ataques.
Harper añadió que los dos incidentes son un recordatorio de que "Canadá no es inmune a los ataques terroristas que hemos visto en otras partes del mundo".
"Pero no seremos intimidados. Canadá nunca será intimidada. Esto sólo reforzará nuestra determinación y redoblará nuestros esfuerzos para tomar todas las medidas necesarias para identificar y enfrentarse a amenazas y mantener Canadá segura" declaró Harper.
El líder canadiense también señaló que los ataques reforzarán la cooperación de Canadá con sus aliados "en luchar contra las organizaciones terroristas que brutalizan a otros en el extranjero con la esperanza de traer su salvajismo aquí".
El martes, seis aviones de combate canadienses CF-18 Hornet partieron de su base en Canadá con destino al Golfo Pérsico para unirse a las fuerzas que están bombardeando las posiciones del Estado Islámico en Irak.
La misión de combate fue rechazada por los partidos de la oposición a Harper. Pero el primer ministro canadiense justificó la semana pasada el despliegue al afirmar que el Estado Islámico representaba una amenaza a la seguridad del país.