En 2012, el sudafricano Oscar Pistorius se convirtió en una referencia mundial, al ser el primer atleta paralímpico en correr con atletas válidos en unos Juegos Olímpicos. Pero aquel momento de gloria terminó de desvanecerse este martes, en el que ingresó en prisión por haber matado a tiros a su novia Reeva Steenkamp.
Pistorius lo tenía todo. La revista norteamericana Time lo proclamó en 2012 entre las 100 personalidades más influyentes del planeta, enunciándolo como "la definición misma de la inspiración mundial". Apodado "Blade Runner" por las prótesis de carbono que llevaba en ambas piernas, se convirtió en la imagen de conocidas marcas como Nike.
Siete meses después, el día de San Valentín de 2013, su imagen de héroe se hizo añicos al conocerse que había matado en su casa de Pretoria a su novia, Reeva Steenkamp. El atleta le disparó cuatro veces a través de la puerta del baño, a las tres de la madrugada.
Durante los siete meses de proceso, el atleta de 27 años insistió en que disparó porque confundió a su novia con un ladrón. La fiscalía le respondió que su versión no era creíble, y que disparó sabiendo lo que hacía.
En septiembre, la jueza Thokozile Masipa lo declaró culpable de homicidio involuntario, y este martes concretó la pena: cinco años de cárcel. Tras la muerte de su novia, la maquinaria mediática dio un giro de 180 grados, mostrando en detalle la cara menos simpática del joven hasta entonces aclamado por su voluntad.
Según el nuevo retrato dibujado por los medios, Pistorius sería un joven agresivo, apasionado de la velocidad, mujeriego y sobre todo muy aficionado a las armas de fuego. "Oscar había cambiado radicalmente. ¿Desde cuándo?", se preguntó Matthew Pryor, un periodista británico que simpatizó con el atleta y le dedicó un documental.
Una carrera muy voluntariosa
Pistorius nació sin peronés el 22 de noviembre de 1986 en Johannesburgo y fue sometido a una operación para amputarlo por debajo de las rodillas a la edad de 11 meses.
Pistorius aprendió a caminar con prótesis, y siempre quiso desde su infancia medirse con deportistas válidos. Probó el waterpolo, el cricket, el boxeo, pero se decantó por el atletismo a los 16 años, tras haber quedado lesionado en una rodilla jugando al rugby.
Desde sus primeras vueltas a la pista de atletismo, Pistorius rompió récords. Su entrenador en el instituto asegura que tardó seis meses en darse cuenta de la discapacidad de su atleta porque siempre corría con pantalón largo y hacía todos los ejercicios "al mismo ritmo que los otros".
Ultradominador en los Juegos Paralímpicos (seis medallas de oro entre 2004 y 2012), Pistorius se lanza el reto de competir con los atletas válidos, pero eso le llevó a un largo combate, dentro y fuera de la pista, para lograr su objetivo.
En 2008, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) vetó su participación en las competiciones que organizaba al estimar que las láminas de carbono con forma de patas de felino le daban a Pistorius una cierta ventaja en la segunda parte de la vuelta a la pista. Pero el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) quitó la razón en 2008 a la IAAF y Pistorius pudo competir con los atletas de élite.
Pistorius redobló sus entrenamientos para convertirse en el primer atleta discapacitado en correr el Mundial de Daegu 2011, donde logró la medalla de plata en el relevo 4x400 metros llanos.
En Londres 2012, la Federación Sudafricana lo seleccionó para el relevo 4x400 en julio y posteriormente para el 400 m individual, alcanzando las semifinales en la prueba individual y la final en los relevos.