Irlanda elimina medida que aprovechan multinacionales para obtener beneficios fiscales

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Irlanda, que dejó el programa de rescate de la Unión Europea recién el año pasado, está disfrutando de un período de resurgimiento económico que en la zona euro se considera una prueba de que las políticas de austeridad pueden funcionar.


El ministro de finanzas Michael Noonan responde con la medida a las críticas de los últimos 18 meses tanto de la Unión Europea como de Estados Unidos por las normas fiscales de Irlanda, que permiten a empresas como Google y Apple bajar sus impuestos en el extranjero a tasas de un dígito en porcentaje.


Los cambios anuncian el eventual final de la fórmula "Doble Irlandés", llamada así porque supone que la multinacional involucrada establezca dos filiales en Irlanda para reducir su factura tributaria.


El cambio es el más relevante a los impuestos desde una reforma que bajó la tasa que se cobra a las empresas a 12,5 por ciento a fines de la década de 1990, para atraer compañías y empleos al país.


En riesgo están 160.000 empleos, casi uno de cada 10 en el país, en empresas extranjeras que han establecido su base en Irlanda para beneficiarse de un régimen fiscal flexible y una fuerza laboral que habla inglés.


Entre las partes más criticadas del código tributario irlandés figura una compleja estructura corporativa que permite a una multinacional canalizar ventas no tributadas a una subsidiaria irlandesa, que luego paga el dinero a otra empresa registrada en el país pero que tiene residencia fiscal en otro lugar, usualmente un paraíso fiscal como Bermuda.


Desde enero, las empresas registradas en Irlanda se convertirán automáticamente en residentes fiscales en el país, lo que pone a la legislación en línea con las reglas británicas y estadounidenses.


Las empresas que ya están en Irlanda tendrán hasta 2020 para cumplir con las nuevas reglas.


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