La posibilidad de que se produzca la unidad de la CGT siempre fue un rumor que no lograba salir de la categoría de trascendido, pero lentamente comienza a tomar fisonomía de información. Al menos eso se desprende de las últimas declaraciones de representantes de los grupos en conflicto.
El jefe del gremio de trabajadores rurales (Uatre), Gerónimo Venegas, comentó que en la cúpula del sindicalismo se avanza a "pasos agigantados hacia la unidad del movimiento obrero" que, remarcó, podría concretarse en breve.
"Ya ha habido conversaciones y creemos que a lo mejor el mes que viene, o más adelante, podemos ya emitir algún comunicado", contó en declaraciones a radio Mitre uno de los referentes de la CGT Azopardo.
El sindicalista no descartó la posibilidad de determinar una "nueva conducción de la CGT", que actualmente se encuentra dividida entre el sector que conduce Hugo Moyano; la CGT oficialista de Antonio Caló y la disidente CGT Azul y Blanca, de Luis Barrionuevo.
Al respecto, Venegas aclaró que la unificación del movimiento obrero "depende de ir hablando, acercándonos cada vez más y coincidir también en el planteo y la estrategia". "Tenemos que convivir, porque si se hace la unidad hay que convivir", apuntó.
El jefe de Uatre remarcó que se viene "hablando muy seriamente" entre los sectores. Y destacó: "Tanto unos, como otros, nos damos cuenta que el movimiento obrero unido puede zanjar todas estas cosas que el gobierno está llevando adelante".
El sindicalismo "lo ha hecho en más de una oportunidad a lo largo de la trayectoria del movimiento obrero y lo podemos hacer ahora también", afirmó.
Las declaraciones de Venegas coinciden con lo que planteó el jefe de la CGT opositora en el marco del plenario de delegaciones regionales que se realizó en la sede de Azopardo al 800, aunque sin presencia del sector que conduce Barrionuevo.
En ese encuentro, Moyano reconoció que "existen conversaciones" con otros sectores sindicales y se mostró optimista al resaltar que "no cabe duda" de que "en el 2015 el movimiento obrero se va a unificar".
La falta de respuestas del kirchnerismo a los constantes reclamos sindicales motivó una serie de reuniones secretas en las que los protagonistas acordaron establecer un marco de tolerancia mutua tras los sucesivos cruces de acusaciones entre los dos sectores enfrentados.
El último encuentro se produjo días antes del paro nacional del 28 de agosto que fue impulsado por los gremios opositores y contó con la presencia de Hugo Moyano (líder de la CGT Azopardo) y Gerardo Martínez(albañiles, Uocra), alineado al sector oficialista. Además hubo un número acotado de sindicalistas de ambos bandos.
Desde el gobierno nacional aclararon que no tienen "injerencia" en las gestiones para reagrupar a las centrales gremiales. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, manifestó el jueves que "el Gobierno no tiene ninguna injerencia" en las acciones para lograr la unidad sindical. "Son los propios trabajadores los que deben elegir sus representantes y autoridades", concluyó el funcionario