¿Cómo salvar una pareja en crisis?

Conservar los espacios individuales, aprender a ceder y negociar, y tratarse con respeto bajo cualquier circunstancia son algunas de las claves para tener una relación sana y duradera. Infobae entrevistó a dos especialistas. Vea el video

Guardar
 shutterstock 163
shutterstock 163

Las tasas de divorcio van subiendo en casi todos los países, mientras que -en paralelo- la cantidad de bodas que se celebran va en notable disminución. Y es que, durante la vida en pareja, hay desacuerdos que algunas veces llegan a un punto de inflexión y la separación se presenta como la mejor alternativa. Sin embargo, en la mayoría de los casos, éstos desacuerdos no implican que la relación funcione mal. Es normal que una pareja pase por etapas difíciles y de cierta conflictividad pero la clave está en descubrir cuál es el verdadero foco del problema y siempre enfrentarlo de a dos.

Desde Venezuela y en una entrevista con Infobae, Alberto Barradas -psicólogo clínico y conferencista internacional- sostuvo que las peleas de pareja son comunes dentro de toda relación. "El tiempo juntos, la rutina, el estrés y las circunstancias de la vida cotidiana inciden en los motivos principales de discusión. La educación de los niños, el manejo de la economía, la intromisión de los padres de la pareja en la relación o situaciones de celos y desconfianza, pueden ser los detonantes de las peleas, que pueden pasar de un simple debate a actos violentos de violencia doméstica", sostuvo.

"Para evitar estas situaciones, la comunicación siempre debe estar enmarcada dentro de los principios del respeto, la sindéresis y la buena voluntad, sin perder de vista que dos personas que se aman no tienen por qué tratarse mal. Cuando una pelea sobreviene es importante tener en cuenta que el debate tiene que ser dentro de límites civilizados, considerando que toda verdad es relativa y que, si se toman en consideración los sentimientos del otro -aunque, a nuestro juicio, no tenga razón- se podrá comprender lo que éste desea decir", indicó el especialista.

Barradas aseguró que una pelea de pareja puede ser devastadora si no se lleva con educación y se emplean gritos e insultos. "Siempre que exista una pelea, la misma debe estar dentro del contexto de un debate de ideas que, aunque puede ser muy emocional e incluso intenso, no tiene que transgredir los limites de las buenas costumbres y el compromiso amoroso", recomendó.

Infobae también entrevistó a Eduardo Drucaroff ?-médico psicoanalista especializado en parejas y familias- quien hizo hincapié en aprender a negociar con el otro y preservar los espacios de la pareja. Además, brindó estas sugerencias para evitar los litigios:

-Cuidar los espacios y el tiempo disponible para la vida de pareja. A veces, es necesario un trabajo contra la corriente para preservar los espacios que la pareja dispone para sí, y que no sean invadidos por compromisos familiares, laborales o de otro tipo.

-Cuidar los espacios propios y los del otro. Defender el adecuado equilibrio entre lo propio y lo compartido es una manera de cuidar a la pareja en sus difíciles equilibrios.

-No es posible que sólo una de las partes tenga toda la razón. Cuando se genera una discusión, aunque sea difícil de aceptar, se debe pensar que cada una de las partes debe tener sus razones para sostener lo que está defendiendo como postura.

-Ponerse en el lugar del otro. Un buen ejercicio -que a veces puede hacerse sólo con posterioridad a una discusión- es ubicarse en el lugar en el que se cree que está el otro, para desde ahí poder entender mejor sus razones.

-Tomar por verdades absolutas las preferencias o costumbres. Tenemos tendencia a creer que nuestras elecciones son las únicas sensatas y obvias, de valor universal e incuestionable y cuando chocan con las del otro empiezan los problemas.

-Alguien tiene que ceder. Al igual que en el título de esa película es necesario que, si no hay acuerdo, alguien ceda aunque sea transitoriamente. No es sano ni justo que sea siempre el mismo integrante de la pareja el que cede.

-La comunicación es polifónica: Por más que una persona se esmere en ser precisa, lo que se comunica a otro debe ser decodificado por éste y, por lo tanto, se presta a malos entendidos y/o nuevas interpretaciones. Incluso, a veces, más acertadas.

Guardar