Las tropas kurdas del YPG (Unidades de Defensa del Pueblo) que resisten los embates del Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) en Kobane, ciudad fronteriza con Turquía, emitieron un comunicado en medio de la cruenta batalla que llevan adelante contra el grupo yihadista.
Hasta el martes, el avance de los terroristas ha sido lento, pero imposible de detener. Recién este miércoles apareció una luz de esperanza para quienes están empeñados en defender la ciudad, ya que se informó que los atacantes había retrocedido a causa de los bombardeos de la coalición, que comenzaron durante el fin de semana previo.
Sin embargo, el cuadro es muy complicado para el YPG. Ante la perspectiva de una caída de Kobane en manos de ISIS, situación que Gobiernos como el turco creen que se dará de un momento a otro, se han comenzado a barajar las posibilidades de evitar una masacre contra civiles.
Han traspasado la frontera con Turquía, más de 150.000 personas, pero el YPG negó que la ciudad se haya declarado "zona militar", y con ello, que se haya ordenado evacuar a la población civil: "Enfatizamos que esa información es una propaganda falsa y sin sustento. A pesar de los ataques bárbaros de los mercenarios de ISIS, aun hay miles de civiles que permanecen en Kobane".
La lucha de los kurdos, que han denunciado sentirse abandonados ante la pasividad de los tanques turcos que observan la batalla desde el otro lado de la frontera, apenas a 200 metros de la ciudad, está plagada de escenas dramáticas, algunas de las cuales se publican en las redes sociales. Éste es un ejemplo de su resistencia diaria.