La clásica bandera negra del Estado Islámico ya flamea en la ciudad kurda de Kobane, según consignó la agencia AFP. La información había trascendido más temprano a partir de una foto que circuló por las redes sociales y que Reuters había reportado como cierta. Ahora, según la agencia de noticias francesa, son dos los estandartes terroristas que fueron apostados en edificios emblemáticos de la ciudad, clave para tomar el control del norte de Siria y expandirse hacia Turquía.
Si bien la ciudad todavía no cayó en su totalidad, es inminente que los terroristas tomen el control en las próximas horas, lo que promete un baño de sangre incalculable para la población kurda, que ya prometió que luchará hasta el último hombre.
La ciudad de Kobane (Ayn al Arab, por su denominación árabe) está en el límite norte de Siria, a tan solo 100 metros del límite con Turquía. Los terroristas del Estado Islámico saben que la caída de ese enclave kurdo podría ser fundamental para expandir su dominio y extenderse a territorio turco.
Hoy, un oficial kurdo había negado una noticia repetida en las redes sociales: que una bandera del ISIS ya flameaba en esa ciudad. La noticia fue difundida por Sky News, que citó un cable de Reuters. Sin embargo, el mismo oficial reconoció al corresponsal británico Paul Adams de la BBC que la Kobane está próxima a caer. Adams tuiteó primero esa declaración, aunque después reconoció que eran ciertas las versiones de la incursión yihadista en Kobane,
"He visto las fotos de la bandera de ISIS flameando sobre parte de Kobane. Aún estoy chequeando exactamente dónde. Pero la ciudad está ahora en más peligro que nunca", señaló en el tuit.
"La imagen de Reuters luce así" , es el siguiente tuit que muestra el corresponsal de la BBC.
Hoy, combatientes kurdos prometieron que no abandonarán sus esfuerzos -cada vez más desesperados- para detener los avances de los terroristas islámicos y continuarán con la defensa de la ciudad fronteriza siria de Kobane. El Estado Islámico ha estado luchando durante más de dos semanas para tomar la ciudad de mayoría kurda, lo que provocó que 180.000 personas se escaparan a la vecina Turquía.
"La lucha continúa, también están disparando morteros en el centro de la ciudad. Sólo tenemos armas ligeras", señaló Esmat al sheikh, jefe de la Autoridad de Defensa de Kobane, por teléfono a Reuters. Al-Sheikh continuó: "Si entran a Kobane será un cementerio para nosotros y para ellos. Tenemos que ganar o morir. Vamos a resistir hasta el final". Ismail Eskin, un periodista en la ciudad, dijo que la moral estaba alta, "porque las personas están protegiendo su propio suelo".
Los terroristas del Estado Islámico quieren tomar Kobane para consolidar su poderío en el norte de Siria, en nombre del absolutismo sunita. Decapitaciones, torturas y crímenes en masa son las armas más tenebrosas de los yihadistas a medida que avanzan desde las villas periféricas al centro de la ciudad.