A juicio del defensor de Paul Singer, el magnate propietario de Elliot Magnament, fondo que tiene a NML Capital, si la Argentina "logró llegar a un entendimiento con el Fondo de París por 9.000 millones de dólares; compensó a Repsol por la expropiación de YPF por u$s6.000 millones; llegó a un acuerdo con personas que tenían demandas en el Ciadi por cientos de millones de dólares, pero simplemente eligió no hacer un acuerdo con los tenedores de bonos en default, eso es lo que mantuvo a la Argentina fuera de economía mundial demasiado tiempo".
En una entrevista con Jorge Lanata, Cohen insistió en varias oportunidades que el fondo que representa quiere llegar a una salida a la disputa a través de la negociación y no busca "debilitar la economía argentina (como acusa la presidente Cristina Kirchner) ni tampoco obtener recursos del petróleo".
"Estamos preparados para conversar, queríamos conversar, pensamos que íbamos a sentarnos a negociar pero desafortunadamente vinieron representantes del país a Nueva York pero no vinieron a negociaron", subrayó el abogado respecto de las maratónicas jornadas que mantuvo a fines de julio Axel Kicillof con el mediador Daniel Pollack y los holdouts para evitar caer en default, pero sin lograr ningún resultado positivo.
Para Cohen, la ecuación es simple: un acuerdo con los holdouts redundaría en confianza para los inversores que se sentirían nuevamente atraídos por la economía local. "Si pudieran resolver la disputa con mi cliente y las 60.000 personas que están en las mismas condiciones mediante la reestructuración de la deuda con bajas tasas de interés y sin tener que tomar dinero prestado, ingresarían capitales a la Argentina de inmediato, la gente los ayudaría a desarrollar sus recursos humanos, incluso aquellas personas que se reúsan a hacer negocios ahora por temor".