La policía desalojó hoy a un grupo de manifestantes que ocupaban desde la víspera la sede del gobierno de Hong Kong, para protestar por la decisión de Pekín de mantener bajo su estrecho control la elección de los líderes de este territorio.
La policía dijo que detuvo a 61 manifestantes, incluidos algunos adolescentes. La toma de la sede del gobierno ha sido el punto culminante de una semana de desobediencia civil en la ex colonia británica.
Unos 2.000 manifestantes se encontraban delante del edificio, donde estaban desplegados policías con cascos y escudos antidisturbios. La muchedumbre abucheó a los agentes, que iban sacando poco a poco a los 50 que habían ocupado la sede del gobierno hongkonés.
"La policía debería detener a los ladrones y no a los estudiantes"
"La policía debería detener a los ladrones y no a los estudiantes", que han sido la vanguardia de las protestas, gritaba la gente.
En las imágenes de televisión pudo verse la detención del líder estudiantil Joshua Wong, de 17 años.
El viernes, unos 150 manifestantes habían logrado entrar en el complejo gubernamental, algunos de ellos sorteando una verja.
La policía empleó gas pimienta para tratar de dispersar a los manifestantes, que se protegían con paraguas, máscaras de uso médico y gafas de motorista, constató un periodista de la AFP. El viernes llegó a haber 2.000 manifestantes en total.
"Nos da igual que nos detengan, lo que queremos es obtener una verdadera democracia"
"Nos da igual que nos hieran, nos da igual que nos detengan, lo que queremos es obtener una verdadera democracia", declaró un manifestante, Wong Kai-keung.
China anunció en agosto que el futuro jefe del ejecutivo local sería elegido por sufragio universal a partir de 2017, pero entre dos o tres candidatos seleccionados por un comité bajo la autoridad de Pekín.
Desde que el Reino Unido le devolvió Hong Kong a China en 1997, este territorio se rige por el acuerdo "un país, dos sistemas", que otorga mayores libertades civiles, entre ellas la libertad de expresión y de protesta.
"Estamos decepcionados porque la policía nos trató como un objeto, como un obstáculo que hay que mover", dijo Lu Yiu, de 20 años, a quien la inhalación del gas pimienta produjo quemaduras en nariz y garganta.
En un comunicado, el gobierno "lamentó" la irrupción de los manifestantes en el complejo gubernamental. También informó de personal de seguridad, agentes y manifestantes heridos, sin precisar.
"A partir de ahora va a haber más enfrentamientos, tal vez violentos, entre la policía y los ciudadanos"
La acción de viernes ponía fin a una semana de protestas, que comenzaron el lunes, cuando 13.000 estudiantes se reunieron en un campus en el norte de la ciudad, según los organizadores.
En julio, medio millón de manifestantes salió a las calles de Hong Kong para protestar por la influencia creciente de Pekín en los asuntos de la ciudad.
Para el analista político Sonny Lo, esta última campaña ha marcado un giro.
"A partir de ahora va a haber más enfrentamientos, tal vez violentos, entre la policía y los ciudadanos", dijo a la AFP.