La economía de Estados Unidos creció en el segundo trimestre del año a un ritmo anual del 4,6 %, el mayor crecimiento desde que acabó la crisis económica a mediados de 2009, informó el Gobierno.
El alza del producto interno bruto (PIB) en el segundo trimestre, anteriormente calculada por el Departamento de Comercio en un 4,2 %, se debió principalmente al aumento de las exportaciones y al estímulo recibido por la inversión empresarial.
En el segundo trimestre, el gasto de los consumidores, considerado el auténtico motor de la economía norteamericana por representar más de dos tercios del PIB, aumentó a un ritmo anual sostenido del 2,5 %.
En el primer trimestre del año la economía había sufrido una contracción del 2,1 % debido principalmente a la debilidad en el consumo durante un invierno que resultó particularmente duro.
La mayor ganancia en el segundo trimestre se registró en la inversión empresarial, con un gasto en infraestructuras, como oficinas y fábricas, que subió del 9,4 % calculado hace un mes a un 12,6 %, y el gasto en maquinaria fue revisado al alza de un 10,7 a un 11,2 %.
El alza registrada en el sector de las exportaciones se ubicó en un 11,1 % en el trimestre, el mayor aumento en tres años.
Sin embargo, las existencias de las empresas se mantuvieron estables, valoradas en 84.800 millones de dólares, una cifra alta que podría conducir a una desaceleración del crecimiento del sector empresarial de cara al tercer trimestre.
Debido al pobre desempeño económico en el primer trimestre y aún a pesar del fuerte rebote del crecimiento entre abril y junio, se calcula que el PIB estadounidense crecerá en todo el año en torno al 2,1 %, muy similar al 2,2 % registrado en todo 2013.