"Violan los preceptos del islam con sus matanzas y persecuciones de otras comunidades religiosas", escribieron 126 líderes musulmanes. En el texto, difundido en las últimas horas, los eruditos instan a Al Bagdadi a rectificar sus actos y le recuerdan que el islam prohíbe "matar a inocentes, diplomáticos, periodistas y trabajadores humanitarios", entre otros.
Basándose en versículos del Corán, apuntan que esta religión no permite "dañar o maltratar" a los cristianos o a cualquier fiel de los credos monoteístas, entre los que incluyen a los yazidíes, una de las comunidades más afectadas por las atrocidades del ISIS en Irak.
Los religiosos acusan al grupo terrorista de tergiversar el Corán Sobre la yihad o guerra santa, insisten en que es una "guerra defensiva" que sólo se puede llevar a cabo con una "causa, propósito y normas de conducta correctas". Los ulemas señalan que está prohibido también en el islam forzar a la población a convertirse, denegar los derechos a mujeres y niños, la tortura y "atribuir actos diabólicos a Dios".
La carta añade que no se pueden destruir las tumbas y mausoleos de los compañeros del profeta Mahoma, como han hecho los combatientes del ISIS en el norte de Irak.
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Los religiosos acusan al grupo terrorista de tergiversar el Corán y los hadices (dichos y hechos de Mahoma), al haber impuesto leyes citando sólo algunas partes de versículos del texto sagrado y omitiendo otras.
Por último, afirman que está prohibido declarar un califato sin el consenso de todos los musulmanes y que no es obligatorio que la gente emigre a éste.
Los firmantes del texto proceden de numerosos países, entre ellos árabes como Egipto pero también occidentales, y son dirigentes y profesores de instituciones religiosas, miembros de los organismos que dictan las fatuas (edictos islámicos) e incluso muftís (máxima autoridad religiosa de cada país).
El ISIS, liderado por Al Bagdadi, proclamó a finales de junio un califato en los territorios de Siria e Irak bajo su control y desde entonces ha recibido numerosas críticas de los líderes sunitas a causa de las atrocidades cometidas.
Una coalición internacional, encabezada por Estados Unidos e integrada por países árabes sunitas como Arabia Saudita, ha comenzado a bombardear al grupo en Siria esta semana, después de que Washington ya lanzara sus primeros ataques aéreos contra posiciones yihadistas en Irak el pasado agosto.