Miles de rusos protestaron el domingo contra el conflicto armado en Ucrania, en la primera gran manifestación contra la guerra desde el inicio de la disputa entre Kiev y rebeldes afines a Moscú.
El conflicto armado, que Kiev y Occidente atribuyen al respaldo de Rusia a grupos separatistas armados en el este de Ucrania, ha dejando a más de tres mil personas muertas desde abril, aunque un cese del fuego este mes ha generado una relativa calma.
Los organizadores de "La marcha por la paz" estimaban que más de 50.000 personas salieran a las calles sólo en Moscú en la tarde del domingo para dar un fuerte mensaje al presidente Vladimir Putin: detenga la guerra. También preveían protestas en otras ciudades rusas.
La policía de Moscú dijo que cinco mil personas acudieron a la marcha. Los manifestantes suelen acusar a la policía de subestimar el tamaño de las protestas contra el Kremlin y de la oposición, las que tienen una cobertura limitada en la televisión estatal.
"Putin significa guerra, el es el líder del partido de la guerra", manifestó Boris Nemtsov, uno de los organizadores y un importante crítico del Kremlin, a través de una llamada telefónica.
"Si hay muchos de nosotros hoy, él retrocederá, porque (...) tiene miedo de sus propios ciudadanos, y sólo el pueblo ruso puede detener a Putin", añadió.
Un corresponsal de Reuters indicó que al menos varios miles de manifestantes llenaron la calle Tverskaya en el centro de Moscú en la tarde del domingo, en medio de una fuerte presencia policial, que incluyó a un helicóptero sobrevolando el área.
Banderas rusas y ucranianas ondeaban entre la multitud, mientras unos letreros decían "Estamos juntos", "Putin, estoy enfermo de tus mentiras" y "Yo no quiero una guerra con Ucrania". Los manifestantes gritaban "No a la guerra".
"El mensaje de esta marcha es pedirles a nuestras autoridades que detengan esta indignante guerra encubierta que ellos no admiten" estar librando, expresó Yelena Volkova, una manifestante de 50 años que lucía una bandera de Ucrania sobre una tradicional camisa ucraniana o "vyshyvanka".
"Rusia debería retirar a sus mercenarios del territorio de Ucrania, y luego todo estará bien", aseguró un hombre de unos 30 años que sólo se identificó como Gennady. El sostenía un globo azul y uno amarillo, los colores de la bandera de Ucrania.
También había un grupo de personas con banderas de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Luhansk, dos regiones ucranianas que han declarado su independencia de Kiev.
Ellos gritaban "Novorossiya", el nombre ruso para las regiones secesionistas, e insultaron a los manifestantes.