Más allá de la frase "Corta la bocha", las declaraciones de Ivo Cutzarida sobre la inseguridad instalaron el debate en los medios y la calle. Y la política también escuchó sus palabras: el actor reveló a Teleshow que tuvo contactos con dos dirigentes de peso del conurbano bonaerense.
"Sí, me junté con Gustavo Posse", confirmó el actor al hablar de su encuentro con el intendente de San Isidro. En la charla, fue con un pedido concreto: Uno de sus mejores amigos es Sebastián Valencia, un boxeador que tiene un marcado perfil solidario con varias iniciativas en Zona Norte. "Él me hizo recorrer todos los barrios de emergencia. Quiere hacer un gimnasio de boxeo en Villa Jardín y fui a pedirle a Posse si hay algún lugar disponible para levantarlo. Me dijo que no había problema, que cuente con eso. El deporte es una de las actividades que más chicos saca de la droga y la delincuencia", explicó. Además, con el jefe comunal se abrió la posibilidad de usar un espacio artístico, tanto para llevar alguna de las obras en las que trabaja como para hacer otras actividades relacionadas a la actuación como talleres para jóvenes: "El martes que viene me vuelvo a juntar con ellos".
Pero las palabras y definiciones de Cutzarida no sólo calaron hondo en la oposición. El ex intendente de José C. Paz, actual senador bonaerense y político oficialista, Mario Ishii, se reunió con él. "Se acercó, tuve una reunión y me trataron de primera. Me dijo que quiere presentarme a un amigo, al cura Gustavo, que realiza un trabajo importante en su zona, para que lo pueda ayudar, leyendo el Martín Fierro y el Evangelio, que tienen pasajes que no se equivocan", contó a Teleshow.
Pese a estos encuentros, aseguró que no hay posibilidades de que ocupe algún cargo en un municipio o se postule como candidato: "Mi mejor manera de hacer política es esta manera. Lo que yo quiero es un cambio cultural, que se vuelta a respetar la cultura del trabajo, por ejemplo. Esos son los valores que yo quiero trabajar. Esa es mi misión".
Para Cutzarida, en este debate no hay posibilidades de plantear las cosas entre oficialismo versus oposición o progresismo contra mano dura. "Al final de todo este discurso, ¿de qué lado quedaste? ¿Defendiendo al que mató o defendiendo al que murió? Yo tengo muy claro de qué lado estoy y el pueblo argentino también tiene claro a quién hay que proteger, quién es el que tiene derecho y dónde se tiene que poner todo hombre de bien. Del lado de la víctima se tiene que poner todo hombre de bien", expresó.
Además, desde el mundo religioso recibió la adhesión del obispo de Avellaneda y Lanus y el obispo de la Iglesia Luterana: "Están apoyando mi mensaje. Este es el movimiento que yo quiero hacer. Lo voy a seguir. Se habló mucho de los derechos humanos de los delincuentes, de los barrabravas. Pero de los derechos humanos de la gente honesta que sale a trabajar. De esos no se habla. Los matan como un perro y a nadie le importa. Bueno, yo levanté esa bandera y no la voy a largar".
Y sobre el final de la charla, se refirió a todos los colegas y periodistas que lo cuestionaron por sus declaraciones. "Los que dicen que yo tengo una obligación para usar los medios. La gente en las villas y los barrios marginales, el laburante, me está pidiendo que levante la voz, no que me calle. La voy a seguir levantando y no me va a callar nadie", concluyó.