Francia envió cazas de combate a una misión de reconocimiento sobre Irak, por lo que parece cada vez más cerca de convertirse en el primer aliado que se une a Washington en su nueva campaña de bombardeos.
París fue la sede de la conferencia internacional que reunió a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU; Estados europeos y árabes; así como también a representantes de la Unión Europea, la Liga Árabe y Naciones Unidas.
Todos se comprometieron a ayudar al gobierno de Bagdad en su lucha contra los militantes del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Irak asistió al encuentro, del que se ausentaron Siria y su aliado Irán.
Obama anunció, la semana pasada, su intención de formar una gran coalición que derrote al ISIS tanto en Irak como en Siria, ingresando en dos guerras civiles en las que están implicados casi todos los países de Medio Oriente.
"Todos los participantes destacaron la necesidad urgente de expulsar al 'Daesh' (ISIS) de las regiones de Irak en las que se ha establecido", dijo el comunicado, utilizando el acrónimo árabe del grupo que ahora se autodenomina Estado Islámico.
"Para este fin, comprometieron su apoyo al nuevo gobierno iraquí, que está luchando contra el Daesh con cualquier medio necesario, incluida la asistencia militar apropiada", agregó.
El ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius, anunció vuelos de reconocimiento de su Fuerza Aérea sobre Irak. En este sentido, un funcionario dijo que dos cazas Rafale y una aeronave de reabastecimiento de combustible en vuelo despegaron el lunes con destino a Irak.
"Los degolladores del Daesh -así es como los llamo- dicen a todo el mundo 'o están con nosotros o los matamos'. Y cuando uno se enfrenta con un grupo así, no hay otra salida que defenderse", dijo Fabius en una rueda de prensa tras la reunión.
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Voto de confianza
La conferencia significó un importante voto de confianza para el nuevo gobierno iraquí, formado la semana pasada y liderado por un miembro de la mayoría chiíta del país, el primer ministro Haider Al Abadi. El nuevo gobierno incluye a líderes de las minorías sunita y kurda en altos cargos.
El encuentro de París mostró que Abadi goza de un amplio respaldo de la comunidad internacional, lo que significa que Washington encontrará previsiblemente poca oposición a sus planes de atacar por aire al ISIS dentro de las fronteras iraquíes.
Sin embargo, Siria es un caso mucho más difícil. En tres años de guerra civil, el Estado Islámico emergió como uno de los grupos sunitas más poderosos que luchan contra el gobierno de Bashar Al Assad, miembro de una secta derivada del chiísmo.
Washington sigue enfrentado a Assad, lo que hace improbable que haya ataques dentro de su territorio sin permiso de Damasco. Rusia, con poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU y socia de Assad, asegura que un bombardeo sería ilegal sin una resolución específica. Mientras que Turquía y otros países desconfían de medidas contra los yihadistas que puedan ayudar al mandatario.
Los combatientes del ISIS hicieron saltar todas las alarmas en Oriente Medio en junio, cuando entraron en el norte de Irak, capturaron ciudades, asesinaron a prisioneros y proclamaron un califato para gobernar a todos los musulmanes, y ordenaron a todos los no sunitas convertirse o morir.
Estados Unidos reanudó sus ataques aéreos en Irak en agosto por primera vez desde la retirada en 2011 de sus últimas tropas, por temor a que los yihadistas dividan el país y lo usen como base para ataques contra Occidente.