"Las experiencias con las propias FARC en los intentos anteriores nos habían demostrado que ellos son expertos en aprovecharse de los ceses al fuego. Fortalecerse militar y políticamente. Entonces eso no era lo más conveniente", dijo el presidente al instalar la XXVI Congreso Nacional de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex).
Según Santos, un cese al fuego bilateral con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sólo es posible cuando se llegue a un acuerdo de fin del conflicto que sufre el país hace medio siglo.
En La Habana, sede de las negociaciones de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC, un grupo de víctimas exigió a las partes un "cese al fuego bilateral urgente" para que las discusiones avancen en un clima sin hostilidad y se imprima "celeridad" al proceso con lo que se evitarían un número mayor de víctimas.
Santos reforzó su argumento diciendo que no quiere pasar a la historia "como otro presidente que ensayó un proceso de paz, fracasó y dejó a las FARC en mejores condiciones y al Estado colombiano en peores condiciones".
Además, recalcó que no aceptó que las negociaciones con las FARC se hicieran en Colombia para no despejar "un solo centímetro del territorio colombiano".
El presidente también aseguró que el cese al fuego sería un "incentivo perverso" para prolongar las negociaciones indefinidamente y que las FARC podrían quedar "en el mejor de los mundos" porque estarían dialogando sin ninguna presión militar.
"Entonces por eso es que no hay cese al fuego. Por eso fue que desde el principio les dijimos que no había cese al fuego", agregó Santos.
El mandatario destacó los avances alcanzados en las negociaciones, en especial el de participación en política sin armas porque, consideró, "eso es lo que realmente cambiaría nuestro futuro. Y ese sí es un cambio de fondo".