La Asamblea General de la ONU adoptó el martes una resolución impulsada por Argentina y con el aval de los G77 + China para redactar un marco legal que regule las reestructuraciones de deuda soberana, en medio de la disputa con los holdouts en la Justicia de los EEUU.
La resolución, titulada "Hacia el establecimiento de un marco legal multilateral para los procesos de reestructuración de deuda soberana", fue aprobada por 124 votos a favor, 11 en contra (entre ellos, los Estados Unidos) y 41 abstenciones.
El texto establece "elaborar y adoptar a través de un proceso de negociaciones intergubernamentales, con carácter prioritario durante la 69º sesión de la Asamblea General, un marco legal multilateral para los procesos de reestructuración de deuda soberana con miras a, entre otras cosas, aumentar la eficiencia, la estabilidad y la previsibilidad del sistema financiero internacional".
"El esfuerzo de un Estado por reestructurar su deuda soberana no debe ser frustrado o impedido por acreedores comerciales, incluyendo fondos de inversión especializados como los fondos de riesgo", indica la resolución, que en sus cuatro páginas no menciona a la Argentina.
El canciller Héctor Timerman señaló que la situación judicial que enfrenta el país tras el fallo del juez Thomas Griesa "muestra la necesidad" de avanzar en la creación de una norma de estas características. "Hemos decidido cambiar el futuro. Estoy convencido de que hemos asumido el compromiso del ahora", dijo.
"Los pueblos del mundo hemos hablado y decidimos que es hora de comenzar a trazar conjuntamente un camino ético, político y jurídico capaz de ponerle frenos a la especulación desenfrenada. La resolución que hemos votado es, asimismo, el fiel reflejo de la relevancia y urgencia que la clara mayoría de las naciones del mundo le asignan a una realidad que nos encuentra desprotegidos ante el uso y abuso que hacen los especuladores de la laguna normativa existente en el actual sistema financiero internacional, en materia de reestructuración de deuda soberana", indicó.
Según Timerman, "la falta de un marco legal regulatorio para la reestructuración de la deuda soberana tiene un correlato directo con la pobreza, las enfermedades, el analfabetismo y la inseguridad que sufren los países históricamente golpeados por la deuda externa".
"Si las Naciones Unidas fueron capaces de regular desde nuestras relaciones diplomáticas hasta el aprovechamiento de los recursos marítimos, desde la necesidad de instaurar un régimen de no proliferación de armas de destrucción masiva a la condena universal de los crímenes más aberrantes, cómo no íbamos a poder decidir lo que hoy hemos decidido: elaborar un marco legal multilateral para los procesos de reestructuración de deudas soberanas", agregó.
La propuesta será evaluada en el nuevo período que comienza el 24 de septiembre con una cumbre de presidentes, a la que asistirá Cristina Kirchner.
El aval conseguido hoy constituye un nuevo gesto de respaldo internacional en medio del litigio que sostiene con los bonistas que no entraron al canje.