Según declaró la propia mandataria, fue Mantega mismo quien tomó la decisión. "Tenía razones personales para dejar el cargo"; dijo. Aunque el anuncio tuvo lecturas bien distintas en los medios locales.
Días atrás, la mandataria había deslizado la posibilidad de hacer cambios en su equipo ante un eventual segundo mandato. Rousseff, que según las encuestas perdería la elección en un ballottage ante la candidata opositora Marina Silva, dijo que no informará los cambios en su gabinete antes de ganar la votación, en una crítica a su rival Aécio Neves, que ya anunció a su eventual ministro de Hacienda.
"Gobierno nuevo, equipo nuevo, no tengan dudas de eso", respondió Rousseff a periodistas cuando se le preguntó sobre Mantega.
"Pero no voy a hacer algo: no nombraré al ministro. (...) Primero porque lo considero un error, yo no he sido elegida. No sé si ustedes recuerdan cuando se sentaron en la silla antes de la elección. (...) Creo que es de mala suerte", agregó, refiriéndose a Neves y al ex presidente Fernando Henrique Cardoso. En un debate de los candidatos a la presidencia, Neves anunció que el ex presidente del Banco Central Armínio Fraga será su ministro de Hacienda si resulta elegido.
La referencia a sentarse en la silla antes de la elección se refiere a la votación por la alcaldía de San Pablo en 1985, cuando Cardoso, que tenía una cómoda ventaja en la disputa, fue fotografiado sentado en la silla del alcalde antes de los comicios y fue derrotado por el ex presidente Jânio Quadros.
Dificultades económicas
Brasil, la séptima economía mundial, entró técnicamente en recesión al registrar dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, según las cifras oficiales divulgadas este viernes por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE, estatal).
El PIB del segundo trimestre cayó 0,6% en relación con los tres meses anteriores; mientras el crecimiento del primer trimestre fue revisado a la baja, de 0,2 a -0,2 por ciento.
La presidente de Brasil y candidata a la reelección, Dilma Rousseff, indicó que espera una mejora de los indicadores económicos en el segundo semestre. El Gobierno ha reducido sus expectativas de crecimiento este año a 1,8%, mientras el mercado cree que el alza del PIB en 2014 será mucho menor, de apenas 0,7 por ciento.
El gigante sudamericano enfrenta su cuarto año consecutivo de crecimiento moderado. Tras un alza espectacular de 7,5% del PIB en 2010, Brasil creció 2,7% en 2011, 1% en 2012 y 2,5% en 2013.
Los analistas atribuyen la contracción del Producto Interno Bruto (PIB) a la crisis en la industria y a la gran cantidad de feriados decretados durante la Copa del Mundo celebrada del 12 de junio al 13 de julio, entre otros factores.
El Mundial paralizó la industria, que cayó 1,5% en el segundo trimestre, y afectó al sector de servicios (-0,5% en 2T, con una caída del comercio de 2,2%).
La incertidumbre sobre el resultado de las elecciones de octubre también ha provocado una caída en las inversiones (-5,3%), mientras el consumo de las familias permanece moderado (+0,3%). La inesperada entrada en liza de la ecologista Marina Silva tras la muerte del candidato socialista a la presidencia Eduardo Campos en un accidente aéreo revolucionó la campaña electoral en Brasil.
Las últimas encuestas dan a Silva como ganadora en una eventual segunda vuelta frente a la presidente Dilma Rousseff, quien se mantiene no obstante como la favorita para la primera ronda del 5 de octubre.