A las 7:30 sonaron los primeros acordes de "De música ligera" de Soda Stereo, y en un implícito homenaje al eterno Gustavo Cerati, comenzó la carrera de 21km más grande de Latinoamérica.
La marea azul recorrió el pintoresco paisaje de los bosques de Palermo, el Rosedal y Plaza Francia, pasando por íconos de la Ciudad de Buenos Aires como la Casa Rosada, el Cabildo y el Obelisco.
El medio maratón de Buenos Aires crece cada año más y se evidencia en una cifra contundente: de 2011 a 2014, el porcentaje de participantes supera el 53%. Ahora, el desafío mayor espera el 12 de octubre: los 42km de la Ciudad.
El running es una pasión difícil de explicar, sólo aquellos que la experimentan saben de qué se trata. Ya sean profesionales, amateurs o esporádicos corredores, encuentran en esta actividad un cable a tierra en el cual se descargan distintas vivencias cotidianas, además de participar en una prueba en la que la autosuperación y la confianza son las claves para alcanzar la meta.
En mi segunda experiencia consecutiva, pude bajar el tiempo total de mi carrera respecto a 2013. Desde que descubrí esta maravillosa disciplina todo gira en torno a los momentos libres para correr y liberar tensiones. Es una constante prueba de autodeterminación que, más allá de cualquier convención social, implica una saludable forma de vida que se vuelve hábito, sobre todo para aquellos ex deportistas que alguna vez competimos profesionalmente y extrañamos esa adrenalina.