"Lamentablemente dejó de existir después de una enfermedad prolongada, con mucha dignidad, muy bien cuidado", expresó acongojado Gustavo Barbalace, director de la clínica Alcla, al referirse a la muerte de Gustavo Cerati, a la vez que recordó que "el afecto y el cariño de toda su familia fue realmente maravilloso".
En declaraciones realizadas a C5N, Barbalace afirmó que el deceso, tal como se detalla en el comunicado, sucedió alrededor de las 9 de la mañana, y que no se encontraban allí ninguna de las personas que lo visitaban a diario, ya que el horario habilitado es a partir de las 11.
"Hicimos todo, hizo todo y Dios dispuso esto", afirmó, a la vez que aseveró: "Lo lamento, porque fue parte de nuestra vida, de nuestro crecimiento desde el punto de vista musical. Y como ser humano, él y su familia es algo que muy pocas veces hemos visto", al asegurar que Lilian Clark "estaba siempre presente".
Respecto de su salud en los últimos cuatro años, detalló que "su enfermedad ha tenido una evolución pocas veces vista, sin ninguna lesión, sin ningún tipo de sufrimiento, y así lo dispuso Dios", y continuó aclarando que "son evoluciones difíciles, que albergaban permanentemente mucha esperanza, mucha más esperanza de fe que de realidad científica".
Sobre las interpretaciones que hacía LIlian Clark sobre los estímulos a los que respondía Cerati, Barbalace afirmó: "Nosotros acompañábamos a la familia, cuidábamos a Gustavo en lo que correspondía desde el punto de vista neurológico. Yo diría que como médico realmente la situación era muy difícil, pero como ser humano siempre se alberga una esperanza, y Lilian tiene un amor enorme por su hijo y por supuesto que tenía una comunicación especial".
Respecto de la posibilidad de que Cerati se recuperara, Barbalace confirmó: "Era muy difícil; (sin embargo) desde lo humano lo pensé, aunque desde lo científico sabía que era algo realmente improbable".