, el centro de investigaciones del gigante de internet,
para desarrollar este ambicioso proyecto.
: utilizar
bienes.
Los técnicos de la empresa eligieron al país ubicado en Oceanía porque es uno de los que tienen legislaciones más flexibles en materia de aviones no tripulados. En estos días, su cielo fue el escenario del primer reparto oficial del Proyecto Ala.
La prueba consistió en trasladar comida para perro de una granja a otra. Y el resultado fue totalmente exitoso. En minutos, el pequeño avión transportó el alimento balanceado a lo largo de varios kilómetros.
Pero la mayor innovación probablemente no sea el uso de los drones para estas tareas, sino su funcionamiento. A diferencia de otros dispositivos, los de Google no son controlados de forma remota, sino que se programan previamente y luego se mueven por sí solos.
"El Proyecto Ala aspira a reducir gran parte de la fricción existente para mover objetos de un lado a otro del mundo", cuenta Astro Teller, líder de Google X, en el video oficial.
"Nuestra meta es demostrar que el trabajo duro de los últimos dos años dio como resultado un sistema confiable, capaz de hacer repartos autónomos", dice Nicholas Roy, el fundador del proyecto.
Más allá del éxito de la prueba, los integrantes del equipo reconocen que aún falta para lanzar el servicio al mercado. "Estamos a años de un producto definitivo, pero es el primer prototipo que queremos dejar atrás", dice Dave Vos.
"Trabajando juntos podemos alcanzar este futuro. Creo que sorprendentemente rápido", concluye Teller.
Una de las primeras aplicaciones que tendría el producto es trasladar artículos de primera necesidad a localidades en situación de emergencia, a las que es muy difícil llegar a través de medios convencionales.