La base aérea de Tabqa era el último bastión que permanecía en manos del gobierno de Bashar al Assad en la provincia de Raqqa. Sin embargo, los implacables terroristas del Estado Islámico lucharon durante varios días para derrocarlo, y lo lograron. Ahora tienen en su poder vidas sirias -cuyas ejecuciones comenzaron- y muchísimo armamento de última tecnología, que será usado para fortalecer su capacidad de daño.
A continuación, una muestra de lo que secuestraron los yihadistas en la base aérea de Taqba y que significó la muerte de más de 500 militantes de ambos bandos.
Hasta el momento, el régimen de Bashar Al-Assad no puede frenar la expansión de los terroristas por varias zonas de su país. La ciudad de Raqqa, al norte de Siria, ya está en manos del Estado Islámico que controla la vida de sus habitantes. Allí aplica la sharia, la ley extrema musulmana basada en el Corán que rige la vida de las personas en todos los aspectos. Quien no se atiene a sus mandatos tiene como opción el castigo por latigazos, por pedradas o la simple ejecución.
También obligaron a los cristianos a someterse a sus reglas: o se convierten al islam, o se marchan o mueren. El éxodo de no-musulmanes es interminable y despertó la preocupación de todo el mundo occidental, en lo que es considerado una matanza y un genocidio.