El Estado Islámico volvió a realizar una ejecución pública en una plaza de Raqqa, Siria, ciudad que controla desde hace un tiempo y donde aplica al extremo la sharia, ley islámica que ordena la vida de las personas en todos los aspectos de la manera más brutal.
Esta vez, los degollados por los terroristas del Estado Islámico fueron soldados que resistieron durante un tiempo en el aeropuerto Tabqa del norte de la ciudad, que fue capturado el pasado domingo después de semanas de lucha. Al menos 500 militantes de ambos bandos murieron en las refriegas.
Las fotos de las ejecuciones fueron exhibidas por los yihadistas en la misma plaza céntrica de Raqqa, donde ya habían realizado varios actos de horror para aterrorizar a la población local. En esa oportunidad, se trataba de los soldados del 17 Regimiento que luego de un largo sitio, cayó en manos de los yihadistas.
En las imágenes subidas por los fanáticos islámicos a Twitter pueden verse cómo están a punto de ejecutar a siete de los capturados, quienes se encuentran arrodillados. Luego les cortarían sus cabezas para mostrarlas.
En otras imágenes, pueden verse grupos de entre ocho y diez soldados, con sus rostros visiblemente fatigados y con signos de golpes y heridas. Tres de ellos fueron identificados como oficiales del ejército de Siria. Son más de veinte los hombres en poder del Estado Islámico, según consignó la agencia de noticias Reuters.
El enfrentamiento en el aeropuerto de Tabqa fue uno de los más sangrientos desde el comienzo de la lucha entre los terroristas del Estado Islámico y el Ejército regular del régimen de Bashar al Assad. Según el Observatorio para los Derechos Humanos, en cinco días murieron 316 terroristas del grupo yihadista y 170 soldados sirios.
En otras de las imágenes que muestran los yihadistas puede observarse todo el material que se apropiaron que había en la base aérea que tomaron por asalto.
Uno de los máximos "trofeos" que exhiben los yihadistas es la cabeza del presunto comandante de la base aérea de Taqba.