El oficial naval que se convirtió en campeona del baile del caño

Se casó dos veces y tuvo un hijo, pero sentía que no estaba haciendo lo que realmente quería. Ahora trabaja en clubes nocturnos con el nombre de Natasha y consiguió el bronce en un campeonato mundial

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Con su larga cabellera y el rostro perfectamente maquillado, Natasha Payne luce cada pulgada de una glamorosa atleta. Pero las apariencias no dicen toda la verdad. Ya que hace menos de ocho años estaba viviendo en la piel de un oficial de la Marina británica con el nombre de David.

Ahora, con 51 años, vive como una mujer con su novia María Watson, de 26 años, en Newcastle. La señora Payne dice que su vida ha cambiado cuando pudo perseguir otra pasión: el pole dancing, también conocido como baile del caño.

De hecho, Payne es tan buena en la disciplina que se llevó el bronce para el equipo del Reino Unido en la categoría mayores de 50 años en el Campeonato Mundial de pole dancing el año pasado. "Competí como una mujer contra bailarinas de todo el mundo", reveló en una entrevista citada por el portal DailyMail. "Recorrí un largo camino desde el chico confundido que solía ser", agregó.



La vida de Payne ha cambiado enormemente desde que decidió mostrarse como una mujer en 2008. Después de unirse a la Marina, casarse a los 27 años y tener un hijo, parecía estar viviendo una vida normal y feliz como un esposo devoto. Pero cuando se armó de valor para decirle a su mujer lo que sentía, las cosas empezaron a ir mal. "Para ella fue difícil aceptarlo, y la relación se rompió tres años después", contó.

Después de salir de la Marina en 1999, se volvió a casar, pero su segunda esposa no se ?sentía cómoda con su deseo de vivir como una mujer y en 2008 volvió a divorciarse.

Soltero nuevamente, Payne decidió que había llegado el momento de comenzar a vivir por completo como una mujer, decisión que su actual novia apoya totalmente. María Watson también la animó a comenzar pole-dancing. "Comencé a ir a clases para mantenerme en forma y me encantó, así que comencé a actuar en clubes locales", explicó Payne.

"María está orgullosa de mi baile y a veces viene a verme. Mi hijo también me ha visto y me apoya porque sabe que me hace feliz. Espero que se convierta en un deporte olímpico".

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