Mientras que los informes del Ministerio del Interior elevan a 60 los españoles que han sido reclutados por las redes de captación del Estado Islámico (EI), reportes de la Comisaría General de Información de la Policía señalan que "entre 30 y 40 personas con pasaporte español" han volado a Siria para hacer su particular guerra santa. Lo cierto que es los servicios antiterroristas de España ignoran cuántos ciudadanos se han sumado a las filas yihadistas, cuántos regresaron al país y sus nombres.
De acuerdo con un artículo publicado hoy en El País, la única lista oficial ofrece 12 nombres: nueve son españoles con DNI y tres son residentes; cinco de ellos ya han muerto. Lo cierto es que España es considerada una plataforma para el reclutamiento y traslado de terroristas a Siria. La influencia árabe y la cercanía con África son dos factores clave.
Los futuros terroristas son reclutados en Ceuta, Melilla, Barcelona y Madrid. También en las ciudades marroquíes de Castillejos, Alhucemas, Tánger, Nador o Tetuán. "En esas ciudades viven muchas personas que tienen residencia en España que sabemos que han sido reclutadas", afirman fuentes antiterroristas citadas por el periódico español.
"Sabemos que muchos de estos combatientes desean regresar y que están intentando negociar su vuelta con las autoridades marroquíes. Dada su proximidad con Ceuta y Melilla, tenemos todas las alarmas activadas", admite un mando policial.
Por el momento, el único español documentado que ha regresado de Siria es Abdeluahid Daduk Mohamed, nacido en Ceuta en 1985. Fue capturado en Málaga en enero pasado cuando regresaba de Turquía tras haber combatido con el Estado Islámico. Argumentó que había escapado del "terrorismo suicida" de los yihadistas; ahora está preso.
Otro caso, aunque de un marroquí, es el de Mohamed Hamduch, vecino de Castillejos, una localidad marroquí situada junto a la frontera ceutí de El Tarajal, y casado con una española. Tras ser reclutado para la yihad, recientemente aparecieron fotos suyas en foros yihadistas con un cuchillo ensangrentado en la mano y las cabezas de cinco soldados del dictador sirio Bashar Al Assad.
Se estima que el EI tiene 2.000 combatientes extranjeros en sus filas, un cuarto de ellos de origen británico. El reclutamiento de jóvenes en distintos países europeos es algo que preocupa a las autoridades locales y a Estados Unidos, que ha emprendido una ofensiva con ataques selectivos en Irak contra blancos yihadistas.