La polémica cantante está vez dejó el escándalo de lado, como el que protagonizó en la ceremonia del año pasado con su provocativa interpretación de "Blurred Lines" junto con Robin Thicke, y eligió dar otro tipo de mensaje.
Un joven indigente fue el encargado de recoger el galardón al mejor video del año que ganó Miley Cyrus por "Wrecking Ball" en la gala de los premios MTV, que se celebró este domingo en Los Ángeles.
"'Mi nombre es Jesse y tengo 22 años. Estoy aceptando este premio en nombre de los 1,6 millones de jóvenes sin hogar en los EEUU que están muriendo de hambre y tienen miedo de perder sus vidas. Lo sé, porque yo fui una de esas personas", dijo frente a una multitud de estrellas, como Beyonce y Taylor Swift.
A un costado del escenario, Cyrus lo miraba con gran admiración y se mostró muy emocionada frente a las cámaras.
"He sido un extra en sus películas y un extra en sus vidas. Aunque pude haber sido invisible para ustedes en las calles, tengo un montón de los mismos sueños que llevaron a muchos de ustedes a estar aquí esta noche", continuó Jesse, que deslumbró a los espectadores por su sensibilidad al leer esas líneas.
A lo largo del discurso, el joven, que de acuerdo con el New York Times es originario de Oregón, no reveló más sobre sí mismo. El conductor de la velada, el humorista Jimmy Fallon, lo ayudó con el micrófono al notar sus nervios.