Personal de la Policía Federal, Policía Metropolitana y Gendarmería Nacional, se apostaron esta mañana en las inmediaciones de la Villa Papa Francisco, en el barrio porteño de Lugano, donde realizaban un fuerte operativo de desalojo tras el crimen de Melina López, la joven de 18 años asesinada por delincuentes para robarle la cartera.
Por una orden de la jueza Gabriela López Iñíguez, emitida ayer por la noche, alrededor de mil efectivos ingresaron al asentamiento, donde en las últimas horas fue detenido un sospechoso por el homicidio.
"Están rompiendo todo, ahí adentro se están matando", dijo una joven habitante que abandonó el lugar de manera pacífica. "Hay gente trabajadora en serio. Yo laburo, tengo tres hijos, estoy embarazada y ahora tengo que irme a la calle", señaló en diálogo con el canal A24 . Y reclamó a la presidenta que "haga algo" para solucionar la falta de vivienda.
Desde la Corriente Villera Independiente informaron a Infobae que varios vecinos fueron detenidos por resistencia a la autoridad, entre ellos el delegado barrial Cristian Ibarra, quien coordina un merendero en el asentamiento. Además, aseguran, la Policía tiró gas pimienta y balas de goma durante el desalojo.
Según el procurador general porteño, Julio Conte Grand, en el operativo no hubo "ninguna situación de violencia". De acuerdo a lo informado por el funcionario en declaraciones a la televisión, la justicia ordenó al gobierno de la Ciudad que "disponga lo necesario para la destrucción de las casillas, además de proteger el lugar y evitar que vuelva a ser ocupado".
Albertina, otra vecina del predio, dijo que uno de los policías, a quien pudo identificar como "el subcomisario Correa", ingresó violentamente al lugar y tiró al suelo a su hija, quien se moviliza en silla de ruedas. Además, agregó que los efectivos no les permitieron sacar ninguna de sus pertenencias, solamente los documentos. "Te echan como a un perro. Esto estaba pensado. Liberaron la zona para sacarnos, porque nosotros habíamos pedido seguridad y no hicieron nada", dijo la mujer.
El asesinato de Melina ocurrió el martes a las 18 en la avenida Fernández de la Cruz, entre Escalada y Pola, cuando la víctima iba caminando con su novio en dirección al supermercado Jumbo para pagar una boleta de su teléfono celular. La joven, que era huérfana y vivía con su tía a siete cuadras del lugar del crimen, caminaba por la avenida Fernández de la Cruz cuando fue sorprendida junto a su pareja por dos hombres armados.
Según estableció la policía, el novio de la chica fue atacado a "culatazos" por uno de los sujetos y en ese momento, tras un breve forcejeo, el hombre que lo golpeaba disparó un balazo en la cabeza a la joven.
Luego del asesinato, los asaltantes escaparon corriendo con las pertenencias de las víctimas y se escondieron en el asentamiento "Papa Francisco", establecido desde febrero último cuando varias familias coparon terrenos para habitarlos.
Ayer, el cura Franco Punturo, que trabaja en la parroquia María Madre de la Esperanza, señaló: "Hace seis meses fue tomado el terreno y desde ese momento la zona fue totalmente abandonada, sin ningún tipo de cuidado. Las primeras abandonadas son las familias que viven adentro del barrio, porque es un terreno que es tierra de nadie, del más fuerte, del más violento, del que tiene armas".
Ricardo Olmedo, tío de la víctima, pidió esta mañana que "saquen a la gente", porque "van a morir más Melinas" señaló.
"Estaban esperando que mataran a mi sobrina para desalojar la villa. Esto lo podrían haber evitado, si sacaban a la gente la semana pasada mi sobrina estaría viva. Ahora no me la van a devolver", sostuvo. "No usen a Melina para esto -reclamó Olmedo-. Saquen a esta gente hoy, porque ayer tuve que ir a reconocer a Melina a una morgue.", se lamentó.