Otra vez Sergio Berni instaló un debate en torno de la inseguridad. La semana pasada fueron los piquetes en las rutas. Y hoy, los delitos cometidos por ciudadanos extranjeros. "Les pido a los legisladores que le den herramientas ágiles a la Justicia para que cuando detengamos delincuentes extranjeros que vienen a la Argentina a delinquir salgan del país y no puedan entrar nunca más", exigió el secretario de Seguridad.
Lo que motivó el pedido de Berni fue un intento de hurto en el estacionamiento de un supermercado del barrio porteño de Monserrat, a menos de 400 metros del Departamento Central de la Policía Federal. Allí cinco delincuentes fueron detenidos, todos de origen chileno. A su vez, por la mañana, otros cuatro extranjeros, en este caso colombianos, habían sido arrestados en otro robo.
"Este fin de semana detuvimos más de 60 delincuentes extranjeros que vienen a la Argentina únicamente a delinquir. Esto corresponde a la laxitud del sistema penal y del penitenciario", protestó Berni. "Nuestro personal arriesga permanentemente su vida para arrestar delincuentes, pero sólo el 3% llega a juicio y muchos menos, a una sentencia. Hay que buscar consensos para darle una respuesta a la sociedad y que los delincuentes no entren por una puerta y salgan por la otra", completó el funcionario. Y aclaró que "no se trata de una declaración xenófoba".
El hurto al supermercado terminó con uno de los detenidos disparando contra los uniformados que lo habían cercado. Cuando lo arrestaron tenía en su poder una pistola calibre 380. "Es un arma de mucho poder. Estos son los momentos en los que un delincuente que parece menor se convierte en un asesino", concluyó Berni.