El papa Francisco llamó a las dos Coreas a dialogar en la última homilía de su visita a Corea del Sur, dedicada a la paz y la reconciliación y remarcó que todos los coreanos son "hermanos y hermanas de una misma familia".
"Recemos para que surjan nuevas oportunidades para el dialogo y para resolver las diferencias", apuntó el pontífice en italiano en la catedral de Myeongdong de Seúl durante la misa "por la paz y la reconciliación", su último servicio religioso en la jornada final de un histórico viaje de cinco días al país.
Francisco recordó que los coreanos sufren "una experiencia de división y conflicto que ha durado más de 60 años" y afirmó que "la cruz de Cristo revela el poder de Dios para superar cada división, curar cada herida y restablecer los lazos originales de amor fraternal".
La presidente de Corea del Sur, Park Geun-hye, durante la misa de la paz y la reconciliación
El pontífice apeló a "la generosidad de proveer asistencia humanitaria a aquellos que la necesitan", y a "un mayor reconocimiento de que todos los coreanos son hermanos y hermanas, miembros de una misma familia".
Jorge Mario Bergoglio ya hizo referencia a la división de las dos Coreas el pasado jueves, primera jornada de su histórica visita, en la que hizo un llamamiento a "buscar la paz" y "derribar los muros de la desconfianza".
La última misa contó con la asistencia de aproximadamente un millar de personas, así como 700 miembros y empleados de las 16 diócesis de Corea del Sur.
También atendió la ceremonia la presidenta Park Geun-hye, 50 estudiantes de secundaria -"el futuro de la Iglesia y la sociedad" según los organizadores-, 8 inmigrantes que representan a las familias multiculturales y 7 ancianas víctimas de la esclavitud sexual del Imperio Japonés durante la II Guerra Mundial.
Asimismo, asistieron cinco refugiados norcoreanos y cinco familiares de ciudadanos secuestrados por Pyongyang.
Vuelo a Roma
El avión papal, un Boeing 777 de la compañía Korean Air, despegó de la base aérea de Seongnam (sur de Seúl) a las 13:03 hora local (04:03 GMT), y tiene previsto llegar a Roma a las 17:45 hora local (16:45 GMT).
El premier surcoreano, Chung Hong-won, y el cardenal Andrew Yeom Soo-jung, arzobispo de Seúl, junto a los obispos de las 16 diócesis de Corea del Sur, despidieron a Francisco en una breve ceremonia en el aeropuerto que puso fin al primer viaje a Asia del pontífice argentino.
Saludo a siete esclavas sexuales
Durante la misa, el papa saludó a siete esclavas sexuales víctimas de la esclavitud sexual durante la II Guerra.
El pontífice pasó varios minutos estrechando la mano de Kim Bok-dong, de 89 años, que atendió a la misa en silla de ruedas, y que fue una de las siete "esclavas sexuales" que participaron en la ceremonia.
Kim, conocida activista por los derechos de este colectivo, entregó un pin con una mariposa a Francisco, que se lo colocó en su solapa.
La mariposa es el símbolo de las niñas y adolescentes que el Imperio Japonés reclutó forzosamente en los países colonizados en Asia como esclavas sexuales para sus soldados durante la II Guerra Mundial, conocidas eufemísticamente como "mujeres de confort".
Se estima que hasta 200.000 mujeres, la mayoría coreanas, fueron víctimas de la esclavitud sexual de Japón, aunque poco más de medio centenar de ellas permanecen vivas y todas ellas tienen más de 80 años.
Éstas, junto a otros seguidores de la causa, se manifiestan cada miércoles desde hace 24 años para exigir a Tokio unas disculpas "sinceras", a pesar de que el país vecino ya se excusó oficialmente en 1993.
Reunión con 12 líderes religiosos
El papa Francisco se reunió este domingo en Seúl con una docena de líderes de diferentes religiones en su última jornada de una visita de cinco días a Corea del Sur.
El pontífice se citó en una sala de la catedral de Myeongdong con líderes de las dos principales órdenes del budismo -la religión con mayor número de fieles en el país- y con los del resto de religiones con presencia importante en el país, como protestantes, ortodoxos y confucianistas.
"La vida es un camino largo pero que no se puede caminar solo", comentó Francisco en un breve discurso a sus interlocutores, a los que agradeció el "gesto de caminar juntos como hermanos en la presencia de Dios" y les pidió que recen por él.
El encuentro comenzó con saludos e intercambios de palabras entre el papa y cada uno de los líderes, que le entregaron cruces y otros obsequios.
Tras la misa en Myeongdong tendrá lugar una ceremonia de despedida y el Santo Padre partirá de vuelta a Roma tras cinco días en Corea del Sur, donde ha llevado a cabo una visita que se considera histórica al ser la primera en 25 años de un papa a este país que alberga a 5,4 millones de católicos.
Maniobras militares en la península
Corea del Sur y Estados Unidos comenzaron este lunes maniobras militares conjuntas como todos los años, informó el ministerio de Defensa de Seúl, a pesar de las amenazas de duras represalias por parte de Corea del Norte.
Este comienzo de los ejercicios de las maniobras "Ulchi Freedom Guardian", que durarán hasta el 29 de agosto, coincide con la misa para la reconciliación entre ambas Coreas en Seúl brindada por el papa Francisco al final de su visita de cinco días al Sur.
Aunque parte de las mismas pasa en las computadoras, son movilizados miles de soldados surcoreanos y estadounidenses para unos ejercicios cuyo objetivo es prevenir una eventual invasión desde el Norte.
Según el ministerio de Defensa de Seúl, este año por primera vez se simulará una respuesta a un eventual ataque nuclear, mediante una estrategia de disuasión.
Corea del Norte ha pedido reiteradamente que las maniobras sean canceladas, y amenazó con "ataques preventivos" si continúan.
Funcionarios surcoreanos dijeron que sus fuerzas armadas estarán en un estado de máxima alerta durante los ejercicios conjuntos. "Si el Norte comete un acto de provocación, se tomarían fuertes represalias", dijo a los periodistas un militar surcoreano de alto rango.