El toque de queda tendrá lugar desde la medianoche (22 GMT del sábado) y hasta las 5 de la mañana, hora local, anunció el gobernador Jay Nixon en conferencia de prensa.
"No es una medida para hacer callar a la gente de Ferguson, ni la gente de esta región o de otra, sino para contener a aquellos que con sus acciones dañan la voz de la gente", puntualizó el gobernador.
Empero, la comunidad de Ferguson no reaccionó bien al anuncio: "Dormir no es una opción, queremos justicia", gritaron personas presentes en la conferencia de prensa.
Y quien intento traer calma fue el capitán de la policía caminera, Ron Johnson, el mismo que fue enviado a las calles de Ferguson, con los manifestantes, para demostrar que es posible desfilar en una manera pacífica.
"Sobreviviremos a esto, actuaremos el cambio. Lo que sucede aquí no nos representa. No podemos tener saqueos y crímenes durante la noche", afirmo Johnson, confirmando además que la policía no intervino para frenar los saqueos la noche de ayer, pero que tres agentes quedaron heridos.
Y también al menos 40 agentes del FBI están comprometidos en ir puerta a puerta en Ferguson "para indagar acerca de la muerte de Michael Brown" a manos del policía Darren Wilson.