El Frente Renovador de Sergio Massa se movió rápido para sacar provecho de la crisis en el Frente Amplio Unen. Molestos con la novela Pino-Carrió, algunos dirigentes del radicalismo y de la Coalición Cívica se cansaron de las internas y aceleraron las negociaciones para cerrar un entendimiento con el ex intendente de Tigre de cara al 2015.
Esta tarde, Sergio Massa se reunirá con el ex presidente -renunció hace tres días- de la CC-ARI bonaerense, Walter Martello, junto con 32 jefes distritales -de los 65 municipios en los que el partido tiene presencia- y referentes de la mesa provincial en un encuentro donde definirían un acuerdo político-electoral.
Martello y otros integrantes de su espacio ya habían evaluado en pasarse al massismo el año pasado, como hizo oportunamente el "lilito" más conocido, el diputado Adrián Pérez. Otros habrían tomado esa resolución este lunes, cuando vieron a su jefa política "coquetear" y militar públicamente una alianza con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.
"Vamos a charlar mano a mano, para saber si nuestras ideas tienen cabida en el Frente Renovador", comentó Martello al diario La Nación.
A la par de las negociaciones con los ex Carrió, el líder del Frente Renovador junto a sus operadores políticos avanzan con la UCR en el armado de fórmulas conjuntas para presentar candidatos a la gobernación en al menos seis provincias del interior del país.
La idea de Massa es atacar su todavía principal carencia: la falta de una estructura política nacional que lo lleve a la Presidencia. El apoyo territorial de los radicales es fundamental para ese objetivo, que se consumaría con la conformación de boletas constituidas por el tigrense como postulante a la jefatura de Estado.
En una carrera a contrarreloj -en la que también compite con el PRO de Mauricio Macri-, los integrantes del Frente Renovador realizan recorridas y avanzan en conversaciones con los dirigentes de la UCR José Manuel Cano (Tucumán), Eduardo Costa (Santa Cruz), Julio Martínez (La Rioja), Federico Sciurano (Tierra del Fuego), Ricardo Buryaile (Formosa) y Horacio Pechi Quiroga (Neuquén).
Este diálogo político fue reconocido incluso por el propio presidente de la UCR y y senador Ernesto Sanz. "Al menos diez candidatos a gobernadores del radicalismo quieren, para poder ser gobernadores, abrir las puertas en sus distritos a alianzas lo más amplias posibles, e involucran a partidos que no están en el UNEN nacional, como pueden ser el PRO o el Frente Renovador, y eso hay que contemplarlo", admitió en conversaciones radiales.
A los posibles acuerdos con la UCR se suma el inminente traspaso de Martín Insaurralde al massismo. El diputado kirchnerista le anunciará en los próximos días a Daniel Scioli que en 2015 competirá con la boleta negra, amarilla y roja del Frente Renovador.
El intendente de Lomas de Zamora con goce de licencia pretende pelear por la Gobernación y las encuestas le dan la razón. Sus apariciones en ShowMatch y el piso de votos que consiguió el año pasado ya lo perfilaron como uno de los postulantes con mayores chances para quedarse con el distrito.
Claro está que el Frente para la Victoria no le dejará el camino libre. El diputado Carlos Kunkel avanza con un proyecto legislativo para evitar los dobles mandatos y obligar a Insaurralde -de licencia en Lomas- a renunciar a su banca. También se esperan otro tipo de piedras en el camino.
Con Insaurralde fuera de la cancha, Scioli empezó a "levantar" la figura del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, como un posible candidato a la Gobernación. Quien ya está lanzado en territorio bonaerense es Diego Bossio, que cerró filas con Florencio Randazzo. El ministro del Interior de Transporte está convencido de que puede ganarle las internas a Scioli y no hay encuesta que lo haga pensar en la posibilidad de bajarse a la Provincia. Al menos por ahora.