Víctimas de las FARC viajaron a Cuba para testificar en el diálogo de paz

Naciones Unidas dio a conocer la lista de las 12 personas que se trasladaron a La Habana en calidad de víctimas de la narcoguerrilla y de los paramilitares. Por primera vez, hablarán cara a cara con los líderes terroristas

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 AFP 163
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Las 12 personas viajaron a la capital cubana a primera hora del viernes y el sábado tendrán su primer encuentro con las delegaciones negociadoras del Gobierno y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El presidente Juan Manuel Santos expresó su satisfacción por el viaje a Cuba de las víctimas y lo consideró un paso importante para el proceso de paz.

"Algunos decían por qué van actores que no han sido víctimas de las FARC, por qué van víctimas de los paramilitares o víctimas de los agentes del Estado... La respuesta es también muy sencilla: porque el conflicto es uno", dijo el gobernante.

Entre los escogidos por la ONU, la Universidad Nacional y la Iglesia católica están Constanza Turbay Cote, cuya madre y dos hermanos fueron asesinados por las FARC, y Janeth Bautista, hermana de una integrante del hoy pacificado movimiento guerrillero M-19 que en 1987 fue secuestrada y posteriormente asesinada por militares corruptos.

También aparece Ángela María Giraldo, hermana del político Francisco Javier Giraldo, secuestrado en abril de 2002 junto con 12 compañeros de trabajo en la sede de la Asamblea del departamento de Valle del Cauca, en la ciudad de Cali, a 300 kilómetros al suroeste de Bogotá.

A mediados de 2007, las FARC anunciaron que en confusos hechos habían muerto 12 de los 13 diputados secuestrados. Sólo sobrevivió Sigifredo López, quien en el momento de la masacre se encontraba en un lugar distinto al de sus compañeros.

En la delegación figura igualmente Luz Marina Bernal, la madre de un hombre de 26 años con discapacidad mental que en 2008 fue engañado y llevado al noreste de país, donde finalmente fue asesinado por militares corruptos.

El caso del joven es emblemático porque él y once hombres más de Soacha -un municipio al sur de Bogotá- fueron asesinados por uniformados en lo que en Colombia empezó a llamarse "falsos positivos".

Por el caso de Soacha, en octubre de 2008 el entonces presidente Álvaro Uribe (2002-2010) y su ministro de Defensa, el actual mandatario Juan Manuel Santos, destituyeron a 27 militares -entre ellos, a tres generales- porque por acción u omisión habrían permitido la ejecución de esos "falsos positivos" o ejecuciones extrajudiciales de civiles.

Otro hombre importante que estará en la mesa de negociación es José Antequera, hijo del líder político José Antequera, asesinado en 1989. Su caso fue presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En total serán 60 las víctimas que en varios grupos viajarán a la capital cubana.


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Desde fines de 2012, el gobierno de Santos y las FARC adelantan en La Habana un proceso de paz para tratar de poner fin a 50 años de confrontaciones entre las partes.

Hasta la fecha, las delegaciones negociadoras han logrado acuerdos en puntos calve como la reforma agraria y los problemas relacionados con la tierra, la participación política de los rebeldes y el combate conjunto al narcotráfico. Actualmente tratan el tema de víctimas, que, según opinión de expertos, puede ser el más complejo de la negociación.

Expertos consultados telefónicamente por The Associated Press expresaron opiniones disímiles sobre la conformación del grupo que viajó para hablar con las delegaciones negociadoras.

Para el senador de izquierda Iván Cepeda, un férreo defensor del diálogo de paz, el viaje de las víctimas a Cuba "es un hecho muy significativo, es un hito en la historia de los procesos de paz y, en general, de los procesos de reconocimiento de las víctimas en Colombia".

Según Cepeda, del Polo Democrático Alternativo, la que viajó a La Habana "es una delegación pluralista en la que hay no solamente víctimas de la guerrilla, sino también del Estado y de los paramilitares".

En cambio, el ex ministro del Interior Fernando Londoño cuestionó la conformación de la delegación y dijo que "no podían hacer un salpicón más inmanejable. Ahí van víctimas de la guerrilla, víctimas de todo el mundo, víctimas del Estado. ¿Eso para qué?".

Para Londoño, como se trata de un proceso de paz con las FARC, todas las víctimas debieron ser de ese grupo guerrillero.

El senador Horacio Serpa, del Partido Liberal, opinó que la integración de la comitiva es "excelente" y remarcó que "es la primera vez que, en esta larga historia de la lucha por la paz, se presenta un episodio de esta naturaleza: que las FARC aceptan también hablar con víctimas del conflicto".

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